Comida mutante

Written by | Opinión

LO QUE NO MATA ENGORDA.

Daniela López Flores.

El mundo de los transgénicos ha venido a modificar la vida como la conocíamos hasta hace unos años. Los seres humanos han jugado con los genes sin permiso, responsabilidades, ni conocimiento de las consecuencias, como un niño cuando juega con sus juguetes. Y todo por una sola razón: avaricia.

Las empresas creadoras de transgénicos nos han pintado la historia diciendo que estos alimentos modificados van a salvar al mundo y acabar con la hambruna, pero esas ideas ni siquiera se acercan a la realidad que vivimos.

En sus inicios la modificación genética se hacía únicamente en plantas, pero con el paso de los años, científicos han implementado estos usos en los animales. Hace algunos días encontré en la web imágenes de la vaca “Azul belga”, a la cual se conoce como la “vaca con doble musculatura”. Cuando tengan algún tiempo libre, los invito a buscar fotos de la misma y a darse cuenta del peligro que el hombre ha causado.

A diferencia de otros alimentos genéticamente modificados, estas vacas han sido modificadas, tal vez no genéticamente, pero si son reproducidas por inseminación artificial para traspasar un gen defectuoso (quiere decir que no funciona como debería), que hace que la vaca crezca de manera incontrolable y sus músculos doblen o hasta tripliquen su tamaño. Muchos creerán que estos avances genéticos son positivos y ayudan en la evolución de los animales haciéndolos más resistentes, sin embargo es todo lo contrario. Las evoluciones genéticas son naturales y permiten al ser vivo adaptarse a su entorno, sin embargo, cuando se modifican los genes ya no hay marcha atrás.

Por otro lado, las vacas no son las únicas que están mutando genéticamente. Estos tipos de genes son los que se han empezado a implementar en otros animales, como peces, donde el propósito sigue siendo el mismo: tener más porcentaje de carne para el comercio.

Después de haber jugado de manera incontrolada con los animales, al final, los que sufrimos las consecuencias somos los consumidores. La carne de estas vacas mutantes ya está en las calles, y los problemas de salud que nos van a repercutir saldrán a la luz en un par de años.

Last modified: 23 enero, 2014