Written by GENDERLAND
Hace poco estaba, como buena estudiante universitaria, perdiendo el tiempo en 9gag cuando vi una fotografía que llamó mi atención. Las selfies de adolescentes atormentadas en el espejo no tienen nada de novedoso, sin embargo esta chica portaba un letrero en el que se leía “Yo no necesito el feminismo”.
Me parecieron evidentes dos cosas; la primera era que se trataba de una respuesta al proyecto I Need Feminism (Yo necesito el feminismo) y la segunda fue que la chica no tenía idea de lo que acababa de decir. El feminismo, al contrario de la creencia popular, no se trata de quemar sostenes, dejarse de rasurar las axilas y convertirse en una Feminazi; estoy de acuerdo en que el feminismo necesita cambiar en varios aspectos y su odio por los hombres es tan aterrador como el odio por las mujeres.
Sin embargo, sin este movimiento probablemente esa chica no hubiera podido estudiar para saber o no (me queda la duda) lo que significa ser feminista o usar esos pantalones de mezclilla y yo no podría estar escribiendo este intento de columna y menos asistir a la universidad. El feminismo dejó un legado importantísimo, no sólo para la comunidad femenina sino también para todas las minorías sexuales; fue un ejemplo de lucha que no podemos olvidar y al que no debemos desconocerle sus logros.
Más allá de si se necesita el feminismo o no, otra cosa que me alarmó fue la abundante cantidad de likes que tenía la foto, pues finalmente todo este tipo de redes sirven como especie de sondeo de la sociedad, y me pregunto si el no necesitar del feminismo viene del pensamiento de que al fin somos iguales. ¿Realmente lo somos o hemos normalizado tanto ciertos comportamientos hacia el género femenino que ya no nos causan revuelo?
Nuri Rubín Melgarejo
Last modified: 26 enero, 2014