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El veterano utilero de los Aztecas cuenta su historia
Desde hace 28 años Juan Antonio López Martínez, mejor conocido como “Puño”, ha formado parte de los Aztecas de la UDLAP.
Un equipo de fútbol americano necesita el trabajo en conjunto de muchas partes distintas para alcanzar el éxito que desean. No basta con tener a los jugadores más talentosos y disciplinados, a los entrenadores mejor preparados y el apoyo incondicional de las autoridades. Existen varios elementos que el fanático promedio no puede siquiera imaginar. Personas que trabajan casi sin descanso para que todo esté siempre listo a la hora de los entrenamientos y partidos; que mantienen en buenas condiciones el material y las instalaciones que ellos ocupan. Una de esas personas es “Puño”.
¿Qué es lo que hace “Puño” en la UDLAP? Su título oficial es el de Utilero del equipo, pero eso no describe por completo la gran variedad de tareas que realiza. Un día normal para él comienza a las 9:00 horas o en ocasiones más temprano. Se presenta con los entrenadores a ver qué es lo que van a necesitar ese día y prepara las cosas: cascos y hombreras (y cuando hay partido, los uniformes) deben de estar en los casilleros. En el campo deben de haber conos, trineos, equipo para golpear y balones, así como bebidas hidratantes. Durante el entrenamiento está atento a cualquier necesidad que pudiera surgir, y al finalizar hay que recoger todo. Se retira de la universidad aproximadamente a las 18:30 horas.
El originario de Oaxaca llegó a la ciudad de Puebla desde su juventud. Buscando trabajo fue como “casi por error”, en sus palabras, llegó a la universidad para integrarse primeramente a las oficinas de Deportes y a colaborar con el equipo de fútbol soccer. Fue el 20 de Mayo de 1985 cuando se unió. Al año siguiente comenzó a trabajar con el equipo de fútbol americano, y hasta la fecha sigue siendo su principal responsabilidad.
En todos estos años le ha tocado vivir una gran evolución del equipo; desde su resurgimiento, hasta el campeonato del año pasado. Celebrando 5 campeonatos nacionales y trabajando con tres Entrenadores en Jefe (HC) muy distintos. Sobre eso último menciona Puño “Los tres HC han sido muy buenos. A cada uno le tocaron épocas distintas y trajeron una distinta filosofía a la universidad. Hoy por ejemplo tenemos un equipo mucho mejor preparado físicamente y que está muy unido. Eso ayudó a que pudiéramos conseguir el campeonato.”. Otros momentos muy divertidos han sido las novatadas. “Antes los jugadores nuevos se tenían que vestir de mujer. Sus novias los maquillaban y salían por la universidad a pedir dinero. Eso tiene ya casi 13 años. Hoy ya no se hacen esas cosas, pero sigue siendo divertido ver a los estudiantes con su corte de cabello”.
Obviamente también ha habido momentos negativos en esta historia. Desde controversias con la pérdida de becas hasta aquella ocasión en que las autoridades estuvieron a punto de desaparecer el equipo. En esa ocasión, por fortuna ex jugadores, familiares y fanáticos del equipo se pusieron a recaudar fondos para poder resolver la crisis financiera por la que estaba pasando el equipo. “Pero la época más difícil de todas sin duda fueron los primeros años del equipo. No se tenían los entrenamientos de ahora, ni los jugadores eran tan grandes. Además, no se tenía el apoyo que se tiene actualmente”. Puño también recuerda la primera ocasión en la que el equipo viajó a Monterrey a enfrentarse al que actualmente es su mayor rival deportivo, el equipo de Borregos Salvajes ITESM. “Viajamos 12 horas, nos golpearon muy duro, acabando tuvimos que regresar sin descansar bien”. Ese partido lo perdieron por un abultado marcador de 45-3.
Puño se siente muy a gusto formando parte de esta historia. “Yo no soy un empleado. Soy miembro de una familia muy grande. Se siente muy bien cuando jugadores vienen a platicarte cosas, y mantenerse en contacto con ellos aún años después de cuando salieron. O ver a jugadores como Luciano Valdés, Diego y Fernando Torres, y Luis Morales, sabiendo que conoces a sus familiares porque también fueron Aztecas en algún momento. Hay otros jugadores que conoces desde que eran chicos porque jugaron en Aztequitas y hoy ya están en liga mayor”.
Los jugadores y entrenadores, pasados y presentes, lo mantienen en gran estima. Prueba de ello son los varios regalos y recuerdos que Puño conserva. También muestras de afecto como la publicidad de “Todos somos Aztecas” con la cara de Puño añadida digitalmente por fanáticos y la cara gigante que se llevó en un partido de los Aztecas la temporada pasada.
Por eso mismo no se preocupa tanto por su futuro. “La decisión de mi partida la tomarán en su momento las autoridades. Mientras tanto, yo seguiré trabajando aquí. Sí he pensado en el retiro, pero nunca seriamente. El trabajo puede ser muy duro, pero yo lo hago con mucho gusto. Definitivamente no lo cambiaría.” Finalizó.
Arturo Morales
roberto.moralescz@udlap.mx
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Fútbol Americano Historia Azteca Puño
Last modified: 18 febrero, 2014
