Written by Lo que piensa un ciego al respecto
En el imaginario popular existe la frase: “El amor es ciego” y para averiguarlo, entrevistamos a Guadalupe Toledo del departamento de inclusión de la universidad para preguntarle su versión y averiguar, verdaderamente, qué tan ciego es el amor.
Un amigo —también ciego— acaba de decirme algo muy importante relacionado con eso. Me dijo que aprendió a conocer el amor en sus tres dimensiones. Él conoció el amor precisamente con los ojos cerrados. Él explora todos sus sentidos cuando ama y no sólo de manera carnal. Su esposa tenía marcas en el rostro y aunque a muchos eso podía parecerles triste y desagradable, él la seguía encontrando hermosa, porque ella era la madre de su hija, la mujer que lo había aceptado sin condiciones y le había regalado momentos maravillosos.
Catarina: Normalmente relacionamos el amor solamente con rasgos físicos que nos parecen bellos, pero ¿cómo puede percibir un ciego el amor?
Toledo: Independientemente de que una persona tenga una discapacidad total o parcial, el amor siempre lleva un contexto espiritual y sentimental; y aunque digan que el amor entra por la vista uno nunca deja de percibir la otra parte; la esencia de la persona. Ahora, hay muchas personas que perdieron la vista en el transcurso de su vida; entonces para ellos es muy importante el tema de la imaginación, pero el amor de familia o de una mascota no cambia. Yo adquirí así la discapacidad, pero tuve oportunidad de ver la expresión de alegría en los ojos de un perro, digo, ningún animal es igual a otro; cada perro tiene su propia “personalidad”, pero sé cómo se ve el cariño de un perro en la mirada y ésa me la imagino siempre.
Recuerdo que la primera vez que me dieron a mi perra lazarillo en 1998, me preguntaban cómo quería que fuera su género, raza, color y decía que no me importaba como fuera, mientras fuera alegre. La primera sensación que hubo entre ella y yo fue amor que entró por sus ojos y por mis manos. Fue muy bonito; una experiencia inolvidable. Para mí era muy importante saber que estaba ese cariño porque aunque no lo podía ver, sí lo podía sentir. Con una pareja es distinto, hay que trabajar mucho con la idea de aceptación. Las personas por lo regular sólo ven la apariencia; la envoltura; pero eso también puede engañar.
Para una persona que ha tenido desde nacimiento este padecimiento, aprende a hacer este contacto afectivo a través de otros sentidos como el tacto, por ejemplo. Algunos amigos que nacieron así, me han dicho que el primer contacto que tienen con una persona a la que aprecian es la voz. La voz les dice mucho; si su voz es agradable empiezan a pensar en una persona simpática, amable, alegre. Aunque ellos físicamente no vean esas expresiones, sí las perciben.
Lo importante en una relación de pareja con una persona con discapacidad visual es entender y estar en la misma sintonía y aprender a sobrellevar nuestros defectos, y complementarnos con las virtudes; el conjunto de la persona, no sólo su físico, sino su parte espiritual, su fortaleza emocional, que comparte contigo la alegría de vivir y los sueños.
Autor: Miguel Angel Agúndez Romero
Last modified: 10 febrero, 2014