El Chapo a la cárcel ¿y luego?

Written by | Opinión

El agitador

La semana pasada todos hablaban sobre la detención del narcotraficante más importante de México, el Chapo Guzmán, del Cartel de Sinaloa. Después de

Caricatura de Nuri Rubin

Caricatura de Nuri Rubin

trece años de su fuga del penal de Puente Grande, el capo de la mafia mexicana regresará tras las rejas dejando impresiones positivas sobre el Gobierno Federal y el Presidente, sin embargo, con esta captura no se soluciona el problema multidimensional del narcotráfico en México que parte de la falta de ética y congruencia de muchos actores.

El problema del narcotráfico involucra diversas aristas que se deben de tomar en cuenta para entender su dimensión. Para empezar, somos socios comerciales de Estados Unidos de América, el país con mayor consumo de drogas del mundo; para asegurar el comercio los narcotraficantes tienen acceso fácil a un arsenal de armas de gran calibre cruzando la frontera norte; por último, las leyes que se tratan de legislar en México con respecto al consumo de drogas no contemplan el principal componente del narcotráfico: la producción y venta del producto. Si no se contemplan estos factores, la detención del Chapo Guzmán es simplemente un acto político en contra del narcotráfico.

Aunque el Chapo se mantenga en la cárcel, el consumo de drogas en Estados Unidos continúa en aumento. De acuerdo con la encuesta National Survey on Drug Use and Health (NSDUH) sobre el uso de drogas y la salud en Estados Unidos existen 22.5 millones de consumidores que generan un mercado; al ser ilegal el consumo, la demanda de droga es saciada por la empresa del narcotráfico, quien no va a detener sus operaciones económicas si la demanda se encuentra en aumento; los consumidores no tienen noción de la realidad o les falta ética, ya que al satisfacer sus adicciones comprando al narcotráfico también están propiciando que éste se fortalezca y continúe con las violaciones a los derechos humanos, la corrupción, el crimen organizado, extorsiones y homicidios. Por lo tanto, el hecho de que el Chapo haya sido detenido no cambia ninguno de estos factores.

Al igual que con la droga, en Estados Unidos existe el mercado de la armas. El país del norte es el principal proveedor de armas en el mundo; no existe ética en la compra y venta de éstas, sólo existe la demanda por parte de los cárteles mexicanos saciada por la venta de las empresas norteamericanas. No es la primera vez que la industria armamentista muestra su poca ética al vender armas a grupos delictivos en el continente, en Colombia las fuerzas paramilitares también se abastecían de este mercado.

Para finalizar, los esfuerzos legales en contra del narcotráfico no tienen una visión acertada del problema. Aunque sea legal portar una dosis de consumo, el principal problema es la producción y distribución, se debería  proponer un sistema de consumo que rompa con la oferta del narcotráfico y la producción del producto, digamos, legalizar el microcultivo de plantas psicotrópicas y multar su venta y distribución.

El narco no se acaba con la captura del Chapo, pero abre un capitulo en el cual todos tenemos la obligación de ser partícipes a la hora de opinar y tomar decisiones, siempre congruentes.

Alan Betancourt Torres

alan.betancourtts@udlap.mx

Last modified: 4 marzo, 2014