Written by Estudiantes de nanotecnología investigan sobre celdas solares
Catarina: ¿Qué se investiga sobre las celdas solares?
Andrea Díaz: “Primero, hay que dejar claro que no trabajamos con celdas solares convencionales como las que pueden ponerse en los estacionamientos; esas celdas son de silicio, pero nosotros estamos trabajando con otro tipo: celdas tipo graetzel. Estas son celdas solares que son sensibilizadas por algún colorante que hace que la absorción de la luz sea más específica a cierta longitud de onda. Estas celdas solares son de una nueva generación que permiten algo que anteriormente no se conocía: las celdas solares flexibles; esto hace que las puedes tener en cualquier tipo de plástico y aun así tener una absorción de luz adecuada y se busca que sean –en la medida de lo posible– transparentes, para aprovecharlas en otras áreas.
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Lo que hacemos en el laboratorio de investigación en Nanotecnología es indagar sobre la mejora en la eficiencia de estas celdas a partir de la modificación de los materiales. Utilizamos vidrio que podría conseguirse en cualquier casa vidriera: empezamos desde lo más rudimentario, porque queremos conocer todo el proceso de fabricación de una celda. Empezamos construyendo los AFTOs (por las siglas que reciben los vidrios conductivos a partir de las cosas con la que están dopados para poder conducir energía), después usamos unas soluciones de nanopartículas de dióxido de titanio –que sintetizamos nosotros mismos– y, por último, buscamos mejorar este sistema con nanotubos y aprovecharlos para dirigir la transferencia de electrones. Al final encontramos que se aumentó la eficiencia, transparencia y resistencia mecánica de las celdas.
A partir de ello se reducen los costos de producción de las celdas sin dejar de ser significativamente eficiente. Una celda solar comercial, puede llegar a tener una eficiencia de 15 por ciento; hay otras celdas que son más especializadas que pueden llegar a tener hasta 40 por ciento de rendimiento, pero no son realmente costeables.”
Participa en esta investigación Luis Huerta –también estudiante de Nanotecnología– motivados por el profesor Felipe Córdoba y la colaboración de la maestra Mónica Cerro.
Miguel Agúndez
Last modified: 25 marzo, 2014