Written by Una de las cosas más maravillosas del cine es cómo nunca deja de sorprender. Puede tratarse de un director, un guion, una idea, un actor o, en este caso, una actriz. Meryl Streep no se ha convertido en una de las actrices vivas más importantes, admiradas e influyentes del medio simplemente porque sí. Ha recibido 18 nominaciones al Oscar, convirtiéndose en la líder en este rubro (cada una de estas nominaciones ha sido merecida). Ha interpretado toda clase de papeles en su carrera y ser tan grandiosa también podría convertirse en su mayor maldición. Estamos tan acostumbrados y es tan normal que nos otorgue una actuación merecedora de un Oscar que, por momentos, podría dejarnos de sorprender. Pero no Meryl, ella jamás nos dejará de asombrar.
Después de dejar muy en claro que la principal razón para ver August: Osage County es Meryl Streep, es importante analizar el resto de la película. Al igual que todo filme basado en una obra de teatro, mucha de su efectividad recae en las actuaciones y August: Osage County cuenta con un elenco de lujo. Un reparto conformado por Julia Roberts, Juliette Lewis, Ewan McGregor, Abigail Breslin, Chris Cooper y Benedict Cumberbatch.
El problema radica en todo lo demás. La historia no tiene nada nuevo ni verdaderamente interesante que valga la pena contar. Una película en exceso dramática y manipuladora por momentos, monótona por otros. Un final simplemente espantoso, con tantos giros y sorpresas que se sienten demasiado forzados. De igual manera, una cinta adaptada de una obra de teatro requiere una maestría en la dirección y John Wells aún no la tiene. August: Osage County es, en resumen, un filme cuya calidad se eleva por las excelentes actuaciones de cada uno de los miembros de una de las familias más disfuncionales del cine. August: Osage County es eso y nada más.
Alejandro Piñones
Last modified: 25 marzo, 2014