Una nota para el espectador

Written by | Ágora

a propósito de Bubble Wrap, de Érika S. Mariscal

Empacar para mudarte de casa es una de las cosas que me he prometido nunca volver a hacer en mi vida. Vender lo que no necesitas con la esperanza de ganar algunos pesos o tal vez nada, rescatar lo que más te importa o te pueda servir en aquel espacio nuevo. Al cambiar de aires, todo será diferente: ese pensamiento es lo único que te mantiene activo en la ardua labor de jerarquizar objetos con los que has convivido día a día y envuelves lo más preciado con un material de plástico de aire sellado, encerrado. Una lámpara, platos, copas, un cuadro: todo va protegido.
De pronto, sientes que todo se te viene encima: los objetos de tu casa, un teléfono que suena. Lo único que te queda es la gran obsesión de tronar esas burbujitas de aire sellado y permitirle a ese aire existir en el mundo. Te provoca una satisfacción tal vez parecida a cuando eras nuevo en este planeta y podías descubrir sin ningún propósito, sin tener que preocuparte porque algún objeto se rompiera o por empacar para una mudanza. La ansiedad de seguir y seguir: una tras otra quedan atrás con un sonido, por unos instantes, muy satisfactorio.
El aire comprimido en plástico ahora estimula también la vista.

Luz de la Nevera es un espacio —HU 302— en donde semanalmente se muestra una exposición estudiantil. Se pude visitar de 9:00 a 17:00 horas. Este texto es la hoja de sala de la exposición.

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María Inés Vallejo

Last modified: 25 marzo, 2014