Written by Por muy raro que parezca –sí, la idea es mía, quizá es el cambio de estación— llevo un par de fines de semana enclaustrado en mi casa sin otra cosa en la cabeza que no sea: wake up, eat, survive, sleep, repeat. Yo que tengo temporadas de salir hasta en domingo, ahora cumplo rituales que no dejo por otra cosa del mundo durante el fin de semana:
- a) Baño largo: nada más rico que un bubble bath con algún CD favorito del que ya no nos acordábamos y que estaba ahí esperando ser puesto en el iPod. Las velas realmente relajan ¡no es un mito!
- b) Pijama y sábanas frescas: ¡Uf! Para “reposar el baño” como abuelos con agua de lavanda que es lo más rico para aplastarse todo el día.
- c) Maratón de Películas, series o libros: lo que sea que nos mantenga enganchados por varias horas y que nos haga contar el tiempo por: sol/ no sol. Eso si llegamos a notarlo desde nuestro blackout.
- d) Saquen el comentarista frustrado que llevan dentro comentando el mismo tema que crean que necesita de su opinión en redes sociales: partidos, programas o debates.
- e) Ordenen fotos, listas de reproducción, ropa. Lo que prefieran, ¡lo van a agradecer toda la semana!
- f) ¿Hobbies? Es el momento.
- g) No creo en el feng-shui pero reacomodar muebles da una excelente sensación de reset.
- h) Intérnense en un tema hasta que lo agoten. ¡Con eso pueden sorprender al barista de Starbucks implementando su nueva orden del lunes!
- i) Comida, obvio: chatarra, rápida, gourmet, home made. Cualquiera que los haga felices y que sea abundante para evitar la necesidad de salir a la calle a conseguirla. #FATWEEKENDSKID!
- j) Hidratación: regálense la botella de red wine que más les guste y tomen hasta la última gota. ¡Nadie se los va a reprochar!
Les aseguro que su semana cambia después de esta terapia de mentalizarse al encierro. Además, pueden planear con tiempo y sin carreras el receso de primavera. ¡JA!
#GREATSPRINGBREAK
Allan Daniel
@AllanDanielHF
Last modified: 27 abril, 2014
