Unidos para separarnos

Written by | Opinión

El Colmillo de Hermes

Una vez más el fantasma separatista se hace presente para demostrar que seguirá merodeando a los países europeos con tradiciones y visiones disímbolas dentro de las mismas fronteras. Abril inició con la detención de 24 individuos que forman parte de un grupo secesionista del Veneto, al Noroeste de Italia. Este grupo pasó de las manifestaciones con banderas de la antigua República Veneciana, irrumpiendo en los destinos con mayor afluencia turística de Venecia, a intentar llamar la atención con instrumentos peculiarmente notorios.  Resulta que estos individuos cismáticos protagonizaron un cómico pero alarmante intento de tomar la Plaza de San Marcos con un tractor convertido en tanque (con todo y cañón de 12 milímetros) mismo que fue frustrado por autoridades locales antes de su ejecución. Esto, lo único que denota es la creciente desesperación e impotencia que provoca un Estado disfuncional, estructuralmente arcaico y atestado de corruptelas como lo es el italiano. La interminable crisis económica y el tiránico régimen fiscal provoca que los sentimientos de unidad no sólo alimenten al euroescepticismo, sino también al desmiembre de las raíces de una recelada identidad nacional. Sin embargo los problemas y el repudio Norte-Sur no es objeto de novedad en la península itálica. El descontento de la Padania se ve expresado en la alianza política que manifiesta la llamada “Lega Nord”, un partido que busca eliminar toda relación gubernamental con el sur del país.

La situación, como en gran parte de los países europeos, no es nueva y lamentablemente ha llegado a resurgir por los incontables problemas financieros que aquejan al viejo continente. Creo que por más atractivas que suenen las propuestas de la Lega Nord a las regiones norteñas, también son un despliegue de clara intolerancia y profundo desconocimiento. Me queda claro que es inherente a la naturaleza humana buscar concentrar las frustraciones en un posible tercero, dueño de toda culpabilidad; pero ¿Qué culpa tienen las regiones del sur de las antiquísimas dolencias en el aparato burocrático italiano? Aunque es evidente que tienen cierta incidencia en algunas contrariedades sociales y monetarias, la génesis del problema no es exclusiva de una región o de una latitud. Quizás valdría la pena que se replantearan algunas de las interrogantes fundamentales que supuestamente sustentan este movimiento y reflexionaran sobre lo redituable que es el odio encausado para algunos partidos, y más en tiempos de tanta incertidumbre y ambigüedad política como la que se vive hoy en día e Italia. Lo que cabe resaltar es la habilidad italiana para unirse con el objetivo de separarse, destreza digna de observación.

José Luis Arellano Z.

jose.arellanozi@udlap.mx

Last modified: 23 abril, 2014