A LOS DE PRIMER SEMESTRE

Written by | Opinión

Es curioso cómo se va la vida, con qué rapidez lo hace y cómo es que nunca nos damos cuenta. Apenas ayer éramos niños de primaria con mochila de rueditas y lonchera en mano. Todo era suficiente. Todo parecía divertido. La vida era bastante sencilla.

Pero en algún punto de este viaje al que llaman vida, comenzamos a tomar decisiones —que aveces no resultaban las más indicadas—, comenzamos a cambiar sin saber cómo detenernos. Cometimos más errores que aciertos y, si comparamos nuestros miedos de hoy con los de ayer, la oscuridad no resulta tan tenebrosa.

Después de todo, aprendimos a perdonar, olvidar, seguir adelante, dejar a personas en el camino y también a que nos dejaran en él, todo eso sin darnos cuenta.

Ojalá, la vida se tratara simplemente de tomar el tipo de decisiones como ¿qué estudiar?, o tan fácil como que me preguntaran ¿quién eres?, y pudiera responder: ID 14449, futura internacionalista, para que de esta manera entendieran todo de mi. Pero crecer es mucho más que elegir una carrera, y nosotros somos muchísimo más que un ID.

Crecer requiere de mucha valentía. Es levantamos de la cama todos los días, aun a pesar de nosotros mismos, enfrentarnos y enfrentar a los demás. Es aceptar que los amigos van a cambiar, que la gente se aleja, que la soledad duele mucho, y los recuerdos, mucho más que la soledad. Crecer es sabernos de un corazón frágil y exponerlo a que lo rompan; es aprender a despedimos, y no esperar que vuelvan. Crecer es no sufrir dos veces por lo mismo y saber que el sufrimiento, aunque no desaparezca, tampoco nos detiene.

Esta columna se la dedico a todos los que empiezan a caminar por los pasillos que yo he recorrido durante tres años, en los que he dejado tanto.

Cuando los veo al inicio de cada semestre, me recuerdo. Es verdad todo lo que dicen: La vida está afuera del campus, no dentro de él.

No se tomen todo demasiado en serio, no se vuelvan locos tratando de responderse qué viene después, pues los demás tampoco lo sabemos. La verdad es que los que vamos de salida tenemos mucho más miedo que ustedes.

Caminen un día a la vez. Den todo lo que puedan dar. Rétense, diviértanse y asuman lo que quieren o no van a crecer con todo lo que eso implica; sin importar lo mal que se sientan, lo cansados que estén, tienen que levantarse al día siguiente y hacer lo que les toca, la vida no se detiene por nadie; sean fuertes. Rodéense de gente que los haga mejores, profesores que los hagan pensar, libros, momentos, intercambios y proyectos que los hagan soñar.

Atrévanse a hacerlo todo porque les prometo que cuando salgan de aquí, el título será solo una de las tantas cosas que este lugar les va a dar. Lo importante, al final, es quiénes somos, no qué estudiamos… Vengan a aprender eso y ¡Bienvenidos a la UDLAP!

 

MARÍA FERNANDA SORIA CRUZ

maria.soriacs@udlap.mx

Last modified: 27 agosto, 2014