DIEZ EN TODO

Más de uno de nosotros ha escuchado a algún profesionista decir «la verdad, mis clases no sirvieron. Aprendí más trabajando». Este tipo de afirmaciones lo ponen a uno a pensar acerca del valor de las materias que cursa.

A pesar de que todas las licenciaturas tienen una vertiente académica -es decir, que todas las carreras pueden desembocar en la investigación académica como campo laboral-, la mayoría de los estudiantes están interesados en trabajar después de graduarse, ya sea en alguna empresa u organización, o fundando su propio negocio: la elección entre estas dos cosas es arena de otro costal.

El problema es. ¿para qué estudiar cosas que no se ocuparán en la vida laboral?. ¿no sería más fácil evitar ese tipo de materias? Seguro sería más fácil. pero no más productivo. Me refiero a que los seres humanos no funcionamos como computadoras, en nuestros cerebros no hay una operación que diga «buscar» y que encuentre la información que necesitamos.

Más bien, nuestra mente funciona como un mapa 3D. Supongamos que queremos recordar el nombre de una canción. En el momento en que hacemos memoria, levantamos una parte del mapa. y por tanto, se activan otros puntos a su alrededor. Quizá no recordemos el titulo de la canción, pero si recordaremos el artista, la primera vez que escuchamos la melodía. etcétera.

Eso tiene que ver con las materias que se consideran inútiles. Lo que vemos en clase se queda parcialmente en nuestro cerebro. Es posible que nunca ocupemos las técnicas aprendidas en la materia. Pero quizá un día, en una jornada normal de trabajo, tengamos un problema que se relaciona con el ejemplo que vimos en la clase «X», que en la más aburrida.

Al final, todo lo que vivimos a diario es parte de un acento que se queda en nuestra cabeza. Las experiencias e información que guardamos nunca son completamente inútiles: siempre sentirán para hacer conexiones nuevas. Y si estudiamos la historia, veremos que no triunfan los que tuvieron diez en todo, sino los que pudieron hacer conexiones rarísimas que se tradujeron en proyectos realmente exitosos. Sólo por eso vale la pena cursar materias que «no sirven».

 

JENNIFER MC NAMARA

jennifer.mcnamarags®udlap.mx

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Last modified: 27 septiembre, 2014