Una dependencia a la Independencia

Written by | Canasta con Huevos, Opinión

canasta-01En la política hay cuatro tipos de personas: los corruptos, los bienintencionados obstaculizados, los quejicas sin remedio y los acarreados.

En épocas pseudo patrióticas septembrinas me ocuparé, por razones breves, de las dos últimas menciones. No es que los corruptos y quienes se dicen “buenos” estén ajenos a la problemática actual pero, en este caso, el Grito de Independencia resucita más a quienes gozan de lamentarse y a los que les basta un combo de torta y chesco para aceptar la muy cordial invitación de ir a escuchar el efímero speech de Peña de no más de un minuto.

Los acarreados llegaron desde las cuatro de la tarde. Los quejicas se disolvieron entre diversos horarios.

El copetudo aparece, serio pero carismático. Más bien serio. Camina por un pasillo del Palacio Nacional y sale, junto con Angélica Rivera, al Balcón Presidencial. La Gaviota luce un vestido del diseñador Oscar de la Renta con un costo de 83 mil pesos –nada en comparación con los más de 17 millones que gastaron para la ocasión…mucho para quienes llegan, con torta y chesco, desde Hidalgo, Estado de México, Coahuila y Sonora-. Pero qué sabrán ellos de moda, si sólo cumplen con su rol de “traídos”.

Lo que ellos representan es precisamente eso: la idiotez más pura. Según el escritor Fernando Savater, son idiotas todos quienes no se meten en temas de política y sólo se preocupan por lo suyo, sin interés de ofrecer nada a la comunidad. Ahora sí que, como diría Chente: “¡Comes y te vas!”.

Y uno voltea y analiza al otro bando. A los que sí se quejan. Peña grita, comprimido y petrificado, todos los ¡Viva! que ya conocemos, y los quejumbrosos le responden: “¡Fascista ¡ ¡Fuera!”. Pero hasta ahí.

¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? ¿A caso gritarle de cosas al presidente incentiva el activismo social? ¿Quién gana más: los del combo alimenticio o aquellos que despepitan un odio reprimido?

Es verdad que lo que en un inicio persiguió la Independencia hoy no se ve reflejado y que una inminente crisis política aún permea en el país. Ni justicia, ni libertad. Pero tampoco ha llegado a un notable interés por el pueblo de hacer hablar al pueblo. Unas voces intelectuales por aquí. Unas voces empresariales por allá. Todo como hace poco más de 200 años.

Y por eso la Independencia no fue representativa.

 

WILLY BUDIB H.

guillermo.budibhe@udlap.mx

Last modified: 27 septiembre, 2014