Written by Barbacoa de Hoyo
Tarde para cocinar barbacoa. La receta es imperdible. Los ingredientes indispensables se van agregando: 8 touchdowns, 2 goles de campo, un Mauricio Valverde muy inspirado, una defensiva impenetrable, cientos de aficionados locales resignados y, el condimento básico, unos Aztecas en plan de campeones. La mesa está servida y el juego comienza.
Entran los Aztecas al campo. La afición se pone de pie y entona su grito de guerra: el Tomahawk. El sonido local se ve obligado a subir el volúmen en un intento de callarlos. No logran su cometido.
Con apenas un minuto y nueve segundos de juego, Norman Contla lanza un pase a Robin González. Los Aztecas encienden la brasa dejando el marcador 6 – 0, luego de fallar una conversión de dos puntos. Una pésima serie ofensiva Borrega permite a los Verdes volver al terreno para quedarse a una yarda de la tierra prometida al terminar el primer cuarto.
Arrancando el segundo cuarto, Mauricio Valverde se encargaría de preparar las pencas de maguey llevando el balón a las diagonales para aumentar la distancia a 13. Pasarían dos minutos para que Luis Ramírez interceptara, regresando el balón hasta la zona roja. Un castigo en la misma jugada y una excelente recepción a una mano de Mauricio Valverde fueron suficientes para sacrificar el borrego, dándole 7 puntos más a la causa Azteca.
Eduardo Retana, con dos goles de campo, y Robin González, con una anotación, fueron los encargados de colocar la cabeza y las patas en la cazuela para el consomé, cerrando la primera mitad con 33 puntos sin respuesta de los locales.
Tres minutos fueron los necesarios en el tercer cuarto para que nuevamente Mauricio Valverde llevara el balón a la zona de anotación, agregando las especias a la cazuela: 40 – 0. Sin embargo, dos minutos después vendría la respuesta de los locales: un touchdown con una conversión fallida. Nada para alarmarse. Restan siete minutos en el tercer cuarto. Valverde repite la hazaña dejando el marcador 47 – 6. La reja y el maguey ya están sobre el cazo.
Ya en el último cuarto, la afición Azteca no para de animar a su equipo. El Tomahawk retumba en el cráter azul. La afición local comienza a abandonar el recinto. Por sexta vez en el encuentro los Aztecas llevan el balón a la tierra prometida, esta vez de la mano de Diego Ruíz, quarterback de segundo equipo, poniendo 48 puntos de distancia: 54 – 6. La carne está puesta sobre el maguey.
Por segunda ocasión los locales acortarían distancia, tras fallar otro intento de conversión; 54 – 12. Para terminar, Juan José Tovar puso la carne y tapó la cazuela. Aztecas anotaría y pondría el 61 – 12. No importó que Borregos anotara por tercera ocasión (fallando también por tercera vez la conversión). La cazuela está enterrada. La Barbacoa está en su punto.
JUAN ANTONIO HERNÁNDEZ G.
juan.hernandezgz@udlap.mx
Last modified: 7 noviembre, 2014