“desaparecen” libros de filosofía

Written by | Ágora

La sección de filosofía de la Biblioteca UDLAP ha desaparecido. En menos de tres días aproximadamente 70 personas rentaron los mil setecientos veinte libros que componían la sección, dejando como resultado la carcasa de madera y metal que, sin sus contenidos, pierde cualquier significado.

Diseño de Yanelli Hernández

Fotografía de Ana Paula Vega, Diseño de Yanelli Hernández

Esta es la obra de Santiago Pérez, alumno de la licenciatura de Artes Plásticas. Se trata de una conjetura a partir de las reglas de la institución: los alumnos y empleados pueden sacar un máximo de 20 libros, mientras que los profesores tienen permiso para 80. El hecho de que decenas de personas se organizaran para dejar vacía una sección entera no está rompiendo las reglas, tan sólo las está llevando a su límite.

Las reacciones por parte de la institución revelan la subversión de la pieza: consideran a la acción cuestionable pero imposible de detener bajo sus propias reglas. Por un lado se trató de un desafío al sistema, mientras que por el otro rompió con los récords de préstamos de la Biblioteca desde su fundación.

Con una convocatoria tan grande y multidisciplinaria, se espera una gran variedad de opiniones e interpretaciones. La pieza podría o no ser un happening –dependiendo de si está ubicada en los sesenta. Al igual que podría o no ser un comentario sobre las políticas de la Biblioteca como institución, en la cual se depositan los saberes de acuerdo a una lógica moderna, o una broma pesada para todos aquellos que quieran tomar libros de filosofía de la Biblioteca en las próximas semanas.  Santiago relató que un día fue cuestionado por un asistente del lugar sobre a quién afectaría la desaparición de la sección de filosofía, a lo cual el artista respondió “a las personas que valen la pena”.

En su lectura más económica, se trata de un gesto escultórico que remonta al minimalismo: el vaciado colectivo de los estantes culmina en una imagen análoga a las obras de Donald Judd. En este caso, el librero sin libros deja de ser un librero y se convierte en otra cosa, definida por su ausencia.

 

Jean Carlo Medina Z

jean.medinaza@udlap.mx

Last modified: 7 noviembre, 2014

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