Written by La diversidad sexual es una realidad. Y es que, desde hace 24 años, la OMS retiró a la homosexualidad de la Estadística Internacional de Clasificación de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud. El mundo cambió. Y la UDLAP también. Hoy alberga a Cozamalotl, una organización cuyo objetivo es claro: crear una concepción positiva de la pluralidad sexual a través de información certera y concreta.
Aun más, un estudio del Centro de Investigaciones Pew en 2013 reveló que el 61% de los mexicanos cree que la población debe aceptar la homosexualidad.
¿Quién soy yo?
La Secretaría de Salud engloba tres conceptos clave en la identidad sexual de cada individuo. El primero es la identidad de género, que se refiere a cómo se piensa de uno mismo, cómo se ve. Después está la expresión de género, que es la forma en cómo se desenvuelve la persona en la sociedad, con base en los roles de femineidad y masculinidad. Por último, la orientación sexual se refiere a quién le atrae física y emocionalmente al individuo.
“Me gustan los hombres, pero jamás me he considerado una mujer, no tengo la necesidad de usar vestido y maquillarme” declara Javier Velasco, estudiante de Relaciones Internacionales.
Un concepto noå condiciona al otro, por lo que las múltiples combinaciones de éstos son las que enriquecen el vasto universo de la diversidad sexual. De acuerdo con la Escala Kinsley, ningún ser humano es 100% homosexual o heterosexual, sino que se tienen diferentes grados de comportamientos sexuales.
Saliendo del clóset
Para Itzel Hernández Armenta, presidenta de Cozamalotl y estudiante de la licenciatura en Física, la orientación sexual es algo con lo que se nace y es invariable, no existe cabida para la elección. Sin embargo, la decisión radica en el hecho de vivir o suprimir esa sexualidad.
“Yo supe que era homosexual desde hace 10 años, pero decidí ser activista hace apenas tres”, afirma Itzel.
En 2001, la UDLAP se convirtió en la primera universidad privada en contar con una asociación estudiantil que abordara el tema de identidad sexual. Desde entonces han surgido un sinfín de organizaciones que apoyan el movimiento, evidenciando el interés de las personas por el tema y cómo éste ha perdido el estigma que lo rodeaba.
Andrés Ortega Chufani, estudiante de la licenciatura en Biología, declara: “el poder aceptar mis preferencias sexuales sin tabúes me ha ayudado a conocerme más y saber que siempre habrá personas apoyándote”.
Abriendo puertas
La lucha por los derechos y la atención a las necesidades del grupo LGBTTI es cada vez mayor. En diciembre de 2009, el Distrito Federal se convirtió en la primera ciudad de América Latina en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esta nueva ley brinda derechos a las parejas homosexuales, como la unión patrimonial para obtener créditos bancarios, herencia, acceder a beneficios del seguro social y adoptar niños.
Cozamalotl, que en náhuatl significa arcoíris, busca crear un ambiente de inclusión que informe e inspire a la comunidad estudiantil en temas acerca de la diversidad sexual. En conjunto con el Departamento de Psicología y Vinculación, tienen preparados una serie de proyectos que apoyen esta causa, siendo la instalación de buzones de denuncia el primero de ellos.
“Informar, inspirar, incluir” es el lema de esta nueva organización que, con sus 22 miembros actuales, invita al resto de la comunidad a unirse a sus filas sin importar su orientación sexual, pues en palabras de su presidenta: “no es segregación, sino inclusión”.
Alejandra Valencia C.
comunidadUniversitaria estudiantes ética
Last modified: 7 noviembre, 2014
