MARCHAS Y PAROS, BECERROS DE ORO DE LOS MANIFESTANTES

Written by | Amicus Curiae, Opinión

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Relata el libro del Éxodo que durante el trayecto del pueblo hebreo hacia la tierra prometida tras su salida de Egipto, su líder, Moisés, se retiró durante 40 días al Monte Sinaí; retiro del cual regresaría acompañado por las Tablas de la Ley. Fue durante su ausencia cuando el pueblo, sintiéndose abandonado, le exigió a Aarón que presentara dioses a los que adorar, “dioses que marchen delante”, fue la demanda. Así las cosas, Aarón forja un becerro de oro para los israelitas. A su regreso, Moisés enfurecido, procede a incinerar, moler y forzar a los israelitas a beber el polvo en agua del becerro de oro. El historiador Simón Dubnow, analiza este pasaje bíblico y concluye que el “pecado del becerro de oro” consistió en perder la fe en el Dios Único que los había liberado de la esclavitud en Egipto.
Tal parece que la gran mayoría de los manifestantes han hecho de las marchas y los paros de labores verdaderos becerros de oro. En más de una ocasión han perdido la noción de por qué protestan. Muchos han incluso incurrido en convertirse en una versión distinta de aquello que critican.
Protestan contra la violencia… armados con palos, piedras y quemando edificios. Gritan a los cuatro vientos que la libertad de expresión lo es todo, ¡pero eso sí!, quienes los critican o no apoyan su causa o protesta, esos son unos agachados, unos miedosos, unos incongruentes. ¿Pues no que se valía disentir?
¿Quién dice que las marchas y los paros de actividades son los únicos medios de canalizar la indignación? La vida nos dotó de un atributo invaluable: la creatividad ¡hagamos uso de ella! No comulgo con las marchas. Afectar a terceros produce repudio. Por su naturaleza son fáciles de “reventar”, exponiéndose al desprestigio. Y los paros académicos, tampoco comulgo con ellos. Si crees verdaderamente que la educación puede cambiar al país, ¡no dejes de ir a clases!, ¡ponte a estudiar! Sí, pero no dejes de pensar qué puedes hacer tú para cambiar este mundo y, si no lo estás haciendo, pregúntate, ¿qué estás esperando?

 

RUBÉN ALVAREZ E.

ruben.alvarezer@udlap.mx

Last modified: 7 noviembre, 2014