Written by 
Fue el viernes 7 de noviembre cuando Camilo y Ángel, normalistas de la Escuela Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, se pronunciaron dentro de una de las universidades más caras del país de acuerdo al diario “Contraparte”. La UDLAP, con áreas verdes, diálogos con nuestros representantes, manifestaciones pacíficas, comunicación con el Rector de la institución, respeto en los pasos peatonales, clasificación de la basura, seguridad y arte, parecía encontrarse distante de la realidad mexicana hasta ese día.
Aunque todos vivimos en México y la mayor parte de los presentes en ese día podemos identificarnos como mexicanos, nuestras realidades difieren completamente. Sería inconcebible pensar que 43 de nuestros compañeros han muerto en manos de policías que han atentado contra su vida, ¿pero, por qué?
En el diálogo, los normalistas relataron los hechos violentos en el municipio de Iguala, Guerrero, en los cuales desaparecieron sus compañeros. “Las balas entraban por el camión, intentamos correr, brincar bardas, casas”. Los estudiantes de la UDLAP escuchábamos atentamente los hechos insólitos, desgarradores, inaceptables en cualquier sentido. Se suscitaban fuera de nuestras fronteras institucionales, pero muy cerca de nosotros, a dos horas de camino, en el mismo país, en el estado vecino, a estudiantes que al igual que nosotros, forman el “futuro de México”. Entonces ¿Quién es el futuro de México?
Pocas horas después de la plática, Murillo Karam, Procurador General de la República, concluía las averiguaciones mostrando bolsas negras con ceniza donde supuestamente se encontraban los normalistas desaparecidos. “Solo una rótula y otro pedazo son los que tenían posibilidades de ser analizados” y con las bolsas negras encontradas en un basurero, de un pequeño pueblo infestado por narcotraficantes y políticos corruptos, se iban las ilusiones del “futuro de México”.
Poco a poco se ha ido rompiendo nuestra burbuja universitaria donde todo está bien. La comunidad empieza a visualizar la realidad no tan distante. “Como fuimos nosotros podría ser cualquiera de ustedes compañeros y nosotros los apoyaríamos”: decía Camilo a los estudiantes de la UDLAP. Y yo me pregunto: ¿somos todos los estudiantes el futuro del país?
ALAN BETANCOURT T.
Ayotzinapa gobierno México Opinión UDLAP
Last modified: 18 noviembre, 2014
