SELFIES

En el gimnasio, en el baño, en conciertos y en funerales: todos lo hacen. El arte de autorretratarse ha evolucionado gracias a los smartphones y redes sociales que permiten tomar fotos en cualquier lugar y a cualquier hora, compartiéndolas al instante con el resto del mundo al dar sólo un clic. No es de extrañarse que el Diccionario de Oxford eligiera a selfie como la palabra del año 2013.

La etiqueta #selfie es una de las más populares en Instagram, bajo la cual se subieron 90 millones de fotos tan sólo el mes pasado. Las personas invierten cada vez más tiempo en las redes sociales, sin que esto contribuya en su felicidad necesariamente, al contrario, un estudio realizado por la Universidad de Birmingham reveló que quienes comparten muchas fotos de sí mismos tienden a tener relaciones más superficiales, alejándose de los demás, y a sentirse insatisfechos con la vida. Alberto Castillo Ramírez, psicólogo que cuenta con su propio blog, afirma que este comportamiento es la máxima expresión del egocentrismo: “Al igual que la figura de Narciso en la mitología griega, es evidente que no podemos cesar de admirar nuestro propio reflejo, pero ahora a través de un espejo cibernético”.

Las plataformas más utilizadas son Twitter, Instagram, Facebook y WhatsApp, cuya población está comprendida en un 75% por jóvenes entre los 18 y 24 años, el 2% tienen más de 65 y hay un millón de niños menores de 10 años, los cuales se encuentran expuestos a material inapropiado, esto de acuerdo con la empresa Izzigadgets. Aquí se emiten juicios a partir de la apariencia de las personas. Si la foto recibe muchos likes el autoestima se verá potenciado y si no recibe ninguno éste se verá afectado. “A través de las selfies, las personas con baja autoestima buscan el reconocimiento y aceptación de sus iguales, en un ejercicio de retroalimentación que distorsiona la realidad”, explica Castillo Ramírez.

Estas fotografías no son hechas para ser vistas por una persona, sino por miles, conectando a una comunidad que crece cada día y respondiendo así a la necesidad humana de conectarnos unos con otros: “Somos seres sociales por naturaleza, no sólo por necesidad, sino porque es perenne al hombre buscar la aprobación de sus semejantes, ya sea a través del trabajo o en este caso, del físico”, rectifica Castillo Ramírez.

Nadie está exento, la selfie del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante el funeral de Nelson Mandela causó revuelo alrededor del mundo, abriendo el debate sobre en qué lugares y situaciones es apropiado tomarse fotografías. El auge es tal, que ahora casi todos los celulares poseen cámaras frontales y a diario surgen nuevas aplicaciones para retocar y poner filtros a las imágenes. Shots of me es una app en la que sólo se comparten selfies, la cual fue financiada por el cantante Justin Bieber, conocido por tomarse fotos de sí mismo muchas veces al día.