Verde: el color de la esperanza

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Un rasgo característico de nuestra Universidad es la cantidad de áreas verdes que contiene. Grandes árboles, flores multicolores, un lago y un jardín para meditar. Sabemos que la institución gasta mucho dinero para mantener en buen estado las áreas verdes, con tantos jardineros que hasta se bromea (¿ba?) en los pasillos diciendo que hay dos por cada metro cuadrado de pasto. Esto sin contar los kilos y kilos de abono que compran anualmente y el agua necesaria para regarlos. Muchos de los alumnos de nuevo ingreso señalan la apariencia del campus como una de las razones por la que eligieron la UDLAP. No obstante, esta casa de estudios parece a veces olvidarlo.

Antes, por ejemplo, no había tantos parches de pasto seco frente al Centro Estudiantil. Estos parches rodean o están justo donde se encuentran las mesas de la playita o la nueva playita- artificial-estilo-Marcelo-Ebrard-en-el-Distrito-Federal, como a mí me gusta llamar a esta zona. Antes, la gente se sentaba a charlar o leer en el pasto sin mayor problema; ahora, lo hace en las nuevas áreas para fumadores.

La semana pasada, Rebeca Mora –amiga mía y columnista de este periódico– señaló que la nueva política de la UDLAP por un campus libre de humo obliga a los fumadores a ir a estas áreas verdes y que con ello les han dado nueva vida,cosa que aplaudo. Lo que no comparto con ella, es la percepción de la disminución del número de colillas tiradas. Ciertamente en los pasillos ya no se ven tantas, pero caminar por alguno de estos sitios muestra lo contrario. Parece ser que la Universidad subestimó la cantidad de fumadores en ella y puso sólo unos pequeños basureros, cuya capacidad es sobrepasada a diario por la cantidad de colillas y los pobres, pobres alumnos… se ven obligados a dejarlas en el sitio en el que acaban su cigarro. Lo único que falta es que ahora también pongan mesas ahí para acabar con el verde natural de la Universidad, lo cual sería una pena, ya que el verde, como es bien sabido, ¡es el color de la esperanza!

Miguel Ángel Agúndez R.

miguel.agundezro@udlap.mx

Last modified: 9 febrero, 2015