AGUAFIESTAS

Written by | Lectores Pasivos, Opinión

lectores-01 ¿porqué será que planear  una fiesta es casi imposible?

¿Por qué será que planear una fiesta en México es casi imposible? No sólo se trata de la puntualidad de la gente, sino de la imposibilidad de planear realmente cuántas personas van a llegar.

Yo no sé a quién se le ocurrió que siempre que te invitan a un evento debes decir que sí y ya después decidir si te conviene ir o sacar otro plan. Como si decirle desde el principio al organizador que no iremos le fuera a romper el corazón, cuando la realidad es que solo se busca planificar la cantidad de comida, alcohol y espacio necesarios para festejar.

En cambio, si se decide ir a cenar a algún lugar es una verdadera locura hacer una reservación. Nunca sabes cuánta gente va a llegar. Generalmente los que no confirman van y los que sí no. De igual manera casi nadie es puntual, por lo que apartar una mesa a la que no sabes cuántas personas se van a sentar muchas veces puede dejar al organizador en completo ridículo en una mesa para veinte con dos gatos o en la penosa situación de intentar pedir más sillas cuando, obviamente, no cabe ni un salero más.

No hablemos de eventos más elegantes, no importa que sea una boda. Ya se sabe que los novios han gastado una buena cantidad en cada cubierto, es más probable que la gente llegue tarde y no repare en que están gastando el tiempo de renta del lugar, o que tengas que pagar una cantidad extra por la cena de los que llegaron de improviso.

No entiendo si se ha vuelto una moda o nos gusta hacernos los interesantes. Lo peor es que no seamos conscientes del mal rato que le hacemos pasar al organizador, sufriendo por intentar que le contesten y cumplan con lo que dijeron días, semanas o meses antes. ¿Qué tan complicado es únicamente aceptar las invitaciones de las fechas que tenemos libres, no comprometernos a dos eventos la misma noche y respetar la invitación que nos hicieron antes? A menos que sea tu hermano el que te invito de improviso a algún lado no deberías cancelar a última hora y si es inevitable nada te quita mandar un mensajito de disculpa. Y si todo el año somos impuntuales ¿por qué no planificar una hora antes para llegar a tiempo a estos eventos?

REBECA MORA C.

rebeca.moracs@udlap.mx

Last modified: 18 marzo, 2015