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pareciera que hoy vivimos en una sociedad en donde se es un chairo o un agachón.”
Vivimos en una sociedad constantemente escandalizada, una sociedad en donde la noción de poner las cosas en su “justo contexto” cada vez se pierde con mayor facilidad. La opinión de las personas está más radicalizada que nunca y podemos ver en casi cualquier tema que atraiga atención pública, que la gente se polariza entre un apoyo ciego e incondicional, o un repudio violento e irracional; pareciera que hoy vivimos en una sociedad en donde o eres un “chairo” o un “agachón”.
El escándalo más reciente es el vídeo que circula en las redes sociales con el hashtag #LadyAttolini, en donde aparece Antonio Attolini, ex vocero del movimiento #YoSoy132, en una acalorada discusión con un policía de tránsito. Evidentemente, la lluvia de críticas, insultos, memes y descalificaciones en contra de Attolini se dejó venir .
Desde los que proponen a Aristegui como Presidenta de México, aun si no tiene experiencia alguna en la administración pública; los que provocaron la salida de David Korenfeld de CONAGUA; pasando por aquellos que piden encarecidamente la renuncia de Peña Nieto a la presidencia, o de Derbez Bautista a la rectoría de la UDLAP; cada vez que pasa algo que les causa molestia o indignación, el punto es que vemos más y más que las personas no analizan la raíz del problema ni proponen soluciones. Es más fácil limitarse a insultar y descalificar, tanto en las calles como en las redes sociales.
Estamos experimentando lo que Luhmann llama la “dramaturgia del escándalo”, una sociedad en donde el rumbo se define más por las reacciones provocadas por el último escándalo-tendencia, y menos por las ideas y el análisis.
Judy Clarke, actual abogada defensora de Dzokhar Tsarnaev, manifestó en alguna ocasión que “una persona no debe ser definida por el peor momento, o peor día de su vida”. Y esto es lo que me parece que hacemos, estamos juzgando a las personas por lo que vimos en un vídeo, en un tuit, o en “lo que a mí me contaron”. Nos hace falta más análisis y moderación, y menos escandalización.
RUBÉN ALVAREZ E.
ruben.alvarezer@udlap.mx
Last modified: 20 abril, 2015