Los 120 días de sodoma

Written by | Story Teller

Aseguremos: somos seres sexuales. Bien sabe- mos que la sexualidad puede explicarse dentro de diferentes marcos de la vida social, pero hoy nos atiende aquello que viene primero a nuestras mentes cuando pensamos en dicho término.

El erotismo, las sensaciones, el placer, que ciertamente son tanto benéficos, como adictivos, tan naturales como impenetrables, tan co- nocidos, como secretos… Es verdad que la particularidad de los gustos reside en la peculiaridad de cada uno de los individuos y que, a su vez, muchas veces deben quedarse en el ámbito de la esfera personal para imposibilitar su crítica.

Pero Donatien Alphonse François de Sade no solamente viola la ley de su propia privacidad retando al mundo a que lo mire, señale y criti- que, sino que, a través de sus escritos, pareciera pretender traspasar la frontera entre el gusto y la demencia, entre el vicio y la virtud, e incluso entre la vida y la muerte.

Quizás su escrito más célebre, Los 120 días de Sodoma, no pueda denominarse como un texto demasiado placentero, cuando evoca la capacidad creativa de nuestras mentes para reinventarnos uno de los relatos más impactantes y grotescos, pero, increíblemente, más leídos de todos los tiempos.

No cabe duda de que la curiosidad humana puede ser lo suficientemente tentadora como para resistirle, aun con la sapiencia de que tal curiosi- dad puede ser abrumada por lo insospechado. Por otra parte, la novela es una guía que nos conduce a través de una lectura sencilla por el mundo más adverso, cuestionado y criticable de la conducta y los deseos humanos.

Queda en evidencia de una forma explícita y concreta cómo la especie puede tener sus latitudes “oscuras”, que a unos escandaliza hasta al desprecio, lo que para otros se convierte en un medio para disfrutar más apacible y livianamente esta existencia

Marco Árcega Corona

marco.arcegaca@udlap.mx

Last modified: 20 septiembre, 2015