Written by La vida es un ciclo que tiene altas y bajas, momentos buenos y malos; con- forme pasan los años nos volvemos más conscientes y maduros, también más fuertes. Es el cumpleaños de nuestra Universidad, una historia que em- pezó a gestarse hace 75 años, primero en la ciudad de México para después trasladarse a la mítica Cholula, lugar que fue, es y será su hogar. ¿Qué signi- fica esta celebración? Más allá de cumplir años, representa una evolución en todos los aspectos de la institución. Desde la ubicación geográfica, hasta el nombre, el campus y los planes de estudio ofertados.
Los años nos hacen también más sabios y nos llenan de experiencias. Cada paso que damos es un nuevo recuerdo y un nuevo reto al que nos enfren- tamos, uno que nos hace crecer. La UDLAP ha tenido -como todos- etapas buenas y malas, pero en todas hubo un aprendizaje que nos ha hecho llegar al punto donde estamos ahora. Nuestra casa de estudios es septuagenaria, ha visto una enorme cantidad de personas entrar y salir de sus muros, to- mar clases en sus aulas y recostarse en las áreas verdes. Todos hemos deja- do una huella y la UDLAP definitivamente va a dejarla también en nosotros.
Habría que pensar cuántos de nosotros, los estudiantes, queremos celebrar el cumpleaños de la UDLAP. El aniversario de la institución es mucho más que una “verbena”: es recordar tropiezos y triunfos, valdría la pena siempre tenerlos en la memoria. Este aniversario es para tomar en cuenta tener un mayor registro de nuestra historia, porque es difícil encontrarlo. Se han gastado millones en el aniversario y más allá de las fiestas realizadas, de los concursos y del dinero empleado, es tiempo de que recordemos que la Universidad está ahí para nosotros, pero que somos los estudiantes los que le confieren espíritu. ¡Felicidades, UDLAP!, ¡Felicidades, alumnos!
Last modified: 13 octubre, 2015