Carta al padre

Written by | Story Teller

Siempre he creído que especialmente entre padres e hijos no puede existir el odio puro y pleno debido a la existencia de un lazo biológico entre ellos que, pase lo que pase, será eternamente imborrable. La familia es, según, el vértice vital de la construcción social y más gravemente, de los sujetos. Los padres, entre otras cosas, ya sea por naturaleza o por norma arbitrariamente acordada son predestinados a educar y a hacer crecer a los hijos con amor y alineando la mirada hacia su sólo y desinteresado bienestar. Pero es que somos tan distintos… y la acción infante de comprender las intenciones y acciones de los progenitores para con ellos (y viceversa) es esencialmente caótica, impredecible, belicosa. Como el niño no es maduro, y el padre no ha re exionado sobre el por qué procrear, y como nadie puede introducirse en la mente del otro para crear una red enteramente empática, es lógico suponer que haya discrepancias. Es la unión sanguínea, la concepción innata de ser descendientes de alguien lo que al nal impele a la reconciliación. Pero hay situaciones, detalles, casi nimiedades que no deshacen este afecto… lo más que pueden hacer es distanciarlo, recordarlo dolorosa y fríamente, resentido de por vida.

Quizás demasiado generoso es el ejercicio de Franz Kafka por entregarnos una parte profundísima de su intimidad psicológica en esta carta que escribió a su padre, con quien eternamente tuvo una relación complicada y temerosa quedando marcado, aprisionado como individuo e incluso escritor por el resto de su vida. En esta carta, se explica el profundo dolor traumático, angustioso e irracional que la gura paterna le evoca y que delinea la compleja mezcla de emociones y sentimientos que caracterizan la personalidad de uno de los escritores más leídos, admirados y seguidos de todos los tiempos. El texto es una oportunidad extraordina- ria de conocer a esta leyenda de la literatura.

MARCO ÁRCEGA C.

marco.arcegaca@udlap.mx

Last modified: 25 noviembre, 2015