El amor en los tiempos del cólera

Written by | Story Teller

“Le parecía tan bella, tan seductora, tan distinta de la gente común… no entendía por qué no se volvía loco de amor todo el mundo con los vientos de su trenza, el vuelo de sus manos, el oro de su sonrisa”

Uno no tiene nunca la oportunidad de saber cuán cierto y sincero puede llegar a ser el amor entre dos personas por más que lenguas exhaustas se ahoguen jurando en promesas eternas. Vislumbrándolo objetivamente, sucede que la pasión indefinidas veces se pierde en sí misma dentro de su breve espacio de corazón humano tan álgido y fútil, cambiante, ansioso de asombro e innegablemente poco racional. Es vaguedad, tiempo grosero el que andamos por las calles entre miradas furtivas, a rabillos de ojo, solos, con el espacio junto al hombro vacío, abandonado. La suerte decide, caprichosa, cuánta paciencia debemos entrenar hasta hallar casualmente esta clase de panacea (Que no en pocas ocasiones más que curar, mata) en el fulgor crispado de otra persona. Soy osado al afirmar que entonces no existe individuo más frágil, endeble e ingenuo que el perdidamente enamorado. Es por ello que la pasión es vitalidad, pero también un riesgo no agradable que de acontecer rompería con nuestro sentimiento y nos encaminaría al dolor.

Florentino Ariza es indudablemente un ejemplo de este tipo de pasión desenfrenada que desemboca en la mezcolanza rara de amor con confusión, pero aún, esperanza. Pocas historias (reales o ficticias) relatan con tanta solvencia y tranquila ternura las vivencias de un hombre que, rechazado, se ve obligado a buscar la distracción en otros cuerpos, aunque su corazón pertenezca siempre al de una sola persona: Fermina Daza. Uno de los libros más conocidos e importantes del orgullo latino, Gabriel García Márquez, nos hará viajar hasta Colombia en una época donde la terrible enfermedad del cólera ocasionaba estragos… pero nunca los suficientes para limitar al amor.

Marco Árcega Corona

marco.arcegaca@udlap.mx

Last modified: 17 noviembre, 2015

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