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Esta temporada marca el esperadísimo regreso de una las series de comedia más exitosas de los últimos años. Con Emmys y Globos de Oro a sus espaldas, Modern Family vuelve pisando fuerte con una temporada que promete ser fresca y dejar resueltas todas las dudas de la temporada pasada.
Manteniendo siempre el sarcasmo, la temporada 7 sigue llevándonos por las vidas de los Dunphy y los Pritchett, apuntando siempre a la vida en familia y todos los problemas que conlleva el tener una con tantas personas tan diferentes entre sí. Esta vez, la serie comienza despejando dudas sobre lo que ocurre en el último capítulo de la temporada 6, dedicándolo casi por completo a la relación entre Hayley y Andy. La verdad es que la temporada anterior me pareció un poco floja, pero sin lugar a dudas, esta nueva emisión me parece que tiene- hasta ahora- mucha más tela de donde cortar.
A casi 7 años de que empezara a transmitirse, puede verse un gran crecimiento y madurez en todos los personajes, los que empezaron la serie siendo unos niños. Ahora, convertidos en adolescentes, ofrecen un nuevo toque en cada episodio, cambiando las situaciones y agregando diferentes aspectos a sus respectivos personajes. Lo mismo ocurre con los personajes maduros, es visible la química que hay entre el elenco por los años que llevan trabajando y eso se traduce en la pantalla.
Los episodios de 30 minutos cada uno, siguen con la misma agilidad que tienen desde la primera temporada. Las situaciones y escenarios son nuevos y el hecho de que los personajes hayan madurado le da a esta producción otra perspectiva, sin perder la esencia de siempre.
Laura Uribe Cruz
laura.uribecz@udlap.mx
Last modified: 17 noviembre, 2015