¿Boletos? No gracias

Written by | Como anillo al dedo, Opinión

liliana

Ya estamos en esa época del año donde todo afortunado estudiante becado (depende desde qué punto se vea) empieza a recolectar el dinero de los que aún le deben los boletos. Como cada año ha tocado llamar a todo primo, tío o familiar que apoye a la noble causa, alguno que otro amigo que se apiade del becado, porque si tienes 30% de beca para arriba el primer año te tocan 10 boletos, pero a partir del segundo son 30. Y así hasta que termines la carrera.

No hablemos ya del precio de cada boleto que este año es de 480 pesos y que no hace nada más que subir cada año. Resignados (me incluyo) nos dicen que hay tiempo. Los recibes, después de todo, alrededor de marzo o abril, y tenemos hasta octubre para pagarlos. Sin embargo, más de uno tiene que acudir a rebajarlos y pedir, por no decir rogar, a todo conocido, amigo o familiar que te compre un boleto. De los compañeros de la universidad ni hablar porque ellos comparten la misma encomienda de vender sus boletos.
Al final, de todos modos terminarás pagandolos tú y es que los que los compran y los que los vendemos sabemos que la probabilidad de ganarse algo en el sorteo es una entre mil (260 mil boletos y 260 premios). No es precisamente un panorama alentador.

¿Cómo podemos quejarnos, cuando hasta en los mismos talonarios y en la propaganda de sorteo está la frase “Otorgando fondos para becas”? De alguna manera hay que retribuir lo que nos dan de beca, y aunque entiendo que la Universidad necesita fondos, debido a que gran parte de la población estudiantil tiene algún tipo de financiamiento, también es cierto que 30 boletos es mucho. Hagan cuentas y es casi el costo de una materia sin apoyo.

Uno solicita la beca por una necesidad económica, pero cada año pagas cierto porcentaje. Por ejemplo, si tienes 50 por ciento de beca académica, es como si tuvieras 30, por los tres talonarios que pagas. Porque aceptémoslo, gran parte no los puedes vender tú o tus papás y los terminas pagando.

Se necesitan fondos, pero 30 boletos es un abuso, tal vez una alternativa sería que nos dieran 10, o máximo 15, o buscar otras maneras de recaudar fondos que no involucren la de pagar cierto monto –que es lo que intentas evitar con el financiamiento. Porque más que algo voluntario, estamos atados a esto porque después de todo, todo esto es para nosotros, ¿no?

 

 

 

Liliana Sanchez Villanueva

liliana.sanchezva@udlap.mx

Last modified: 30 septiembre, 2016