ExpoUDLAP: una embarrada a la Universidad

Written by | Fuera de foco

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El domingo, en una publicación de su blog, la Universidad de las Américas Puebla describió la ExpoUDLAP como un “lugar de encuentro en donde la futura comunidad UDLAP vivió la experiencia de ser parte de esta institución educativa y conoció de cerca la calidad de sus programas académicos así como la formación integral que ofrece a sus estudiantes”. Más que una real demostración de lo que es formar parte de la academia, prefiero llamarlo como lo que vi: un efectivo método de relaciones públicas.

Voy en tercer semestre, no soy la mejor persona para describir de arriba a abajo lo que significa ser un estudiante UDLAP. Sin embargo, ya me he hecho de cierto conocimiento sobre lo que es.

Un sábado al semestre, desde temprano, miles de padres e hijos vienen a las instalaciones de la Universidad a conocerlas, a convivir con los estudiantes, o incluso cotorrear con el Rector, ver a los profesores y conocer la oferta académica. Les regalan una bolsita muy coqueta, con un termo, plumas, entre otras cosas. Si tienen suerte, hasta pueden ver a los Aztecas romper madres en su casa. Muchas personas, vestidas de un naranja imposible de no ver, los reciben con los brazos abiertos, con sonrisas para que se enamoren, con razón, de nuestra casa, de este campus que, sin lugar a dudas, se roba los corazones de la gente.

No obstante, dentro de todo este performance (porque eso es), en que la uni hasta regala cosas, nadie te dice que aquí si arrancas una roja granada del árbol de Humanidades, corres el riesgo de que sea la fruta más cara de tu vida. Que ninguna oportunidad de ventas es desaprovechada —por ejemplo: si llueve, es posible que recibas dos correos; uno informándote que está lloviendo y el otro informando que en la tienda institucional venden paraguas—.

Nadie te dice, preparatoriano, que la gran mayoría de los estudiantes que conociste durante el evento, de haber tenido la posibilidad, habrían mandado todo (parafrasearé a Efraín Huerta) por un tubo a la fuente de gracia de donde procede, para terminar de estudiar para su examen del lunes, terminar el proyecto que llevan semanas aplazando, o simple y sencillamente dormir lo que en la semana no han podido, y no pudieron porque su beca los ata a una exposición.

Nadie va a decir, en frente de los benditos mecenas de la educación (los padres y madres), que para tercer semestre sus hijos se habrán enfrentado ya a la dura decisión de consumir o no todo tipo de drogas habidas y por haber; que cada fin de semana, la 14 amenaza sigilosa con sus antros a un costado de la institución; o que, con pareja o no, sus polluelos vivirán todo el amor a sangre fría.

Tampoco te van a decir que, dentro de todos esos riesgos en los que te vas a adentrar, conocerás a los mejores amigos que alguna vez hubieras imaginado (lo digo por experiencia). Te enfrentarás a la dura realidad de que cinco materias son mucho más duras que nueve en la prepa o que un ensayo de 500 palabras es un insulto a tu intelecto. Leerás, por si no has empezado. Vas a estar ahogado en trabajo académico y conocerás una sensación que dudo hayas sentido antes: lo harás con gusto (claro, si no es tronco común). Si entras a La Catarina, te toparás con la gente más cool de toda la UDLAP. Y si no, si sólo das un paso más en tu historia, ya sea aquí o en cualquier universidad, estarás comenzando lo mejor que te pudo haber pasado en la vida.

No te estreses desde ahorita. Emociónate.

 

 

Eric H. Cetina Karsten

eric.cetinakn@udlap.mx

@ehauvery

Last modified: 10 octubre, 2016