Sorteo UDLAP: una obra por Suzanne Collins

Written by | Fuera de foco, Opinión

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En su más popular obra (porque me abstengo de hacer más comentarios), Los juegos del hambre, Suzanne Collins relata la historia de un mundo alterno en el que veinticuatro jóvenes sorteados pelean a muerte en una arena maquiavélica. Este espectáculo tiene el propósito de entretener a un reducido grupo de personas y mantener la hegemonía de una fracción reducida de la sociedad.

Luego está el Sorteo UDLAP. Sí, no pone en juego la vida de nadie (hasta donde yo sé). Sin embargo, sí pone en riesgo la cordura de muchos becados que, durante más o menos seis meses deben recaudar 14 mil 400 pesos vendiendo boletos que, por equis o ye razón, suben de precio cada año.

Esta encomienda va a jugar con tus sentimientos, poniéndote en contra de tus amigos más cercanos. Si eres foráneo, la competencia es menor, pero si eres de Puebla, tus compañeros y tú entran en una clase de Guerra Fría en la que cada comprador potencial es tierra por conquistar.

Además, compites con tu Universidad, que también vende boletos por su cuenta y tiene todos sus medios capitolescos para hacerse publicidad: módulos como Oxxos, redes sociales con miles de seguidores e invitando a todo comprador que hayas tenido a volverse un vendedor por sí mismo.

Pero, como dijo el presidente Snow (parafraseo): lo que necesitas es dejar una pequeña chispa de esperanza. Si tienes suficiente suerte, puedes ganarte una casota, un carro, una pantalla o muchos premios más –comprobado: te puedes sacar hasta dos seguidos–. Además, te regalan tres boletos. Y si tuviste que pagar todos los boletos que no vendiste, tus posibilidades aumentan (poco, pero sí).

Esto por fin terminó. No gané nada, pero mantengo mi beca. Todos, prepárense, que esta pasividad nos durará hasta marzo, donde el peso de la responsabilidad volverá a caer sobre nuestros hombros. Hagan su lista de compradores predilectos. Lugares estratégicos: centrales de abastos (se sorprenderán), la empresa de un amigo, la de su padre o madre. Vayan convenciendo a sus progenitores de venderles un talonario. Y sobre todo, que la suerte esté siempre de su lado.

Eric H. Cetina Karsten
eric.cetinakn@udlap.mx
@ehauvery

Last modified: 17 octubre, 2016