Un futuro cercano

Written by | Loop, Opinión

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Imagina por un momento que tienes una máquina del tiempo y regresas al año 1700. Una era donde todo era muy o demasiado arcaico, donde comunicarte con las personas consistía en gritar demasiado fuerte o prender algo en llamas. Al llegar allí, tomas a la primera persona que cruza en tu camino y la traes contigo a este año, 2016, y le enseñas cómo es el mundo ahora. Sería imposible imaginar su reacción al ver cómo pedazos de lámina y cuatro extrañas ruedas transportan tan fácil a las personas; gente jugar un deporte en un rectángulo gigante colgado en la pared; ver y hablar con alguien que está al otro lado del mundo y un pequeño rectángulo preguntándote en qué te puede ayudar. Todo eso antes de enseñarle el internet, de explicarle el salto en paracaídas y enseñarle un helicóptero. De la impresión seguramente muera, pues todo es completamente diferente.

Ahora, imagina la situación al revés, alguien del futuro viene por ti. No necesitaría llevarte 316 años después, debido a la ley de rendimientos acelerados. Esta ley, desarrollada por el futurista Ray Kurzweil, menciona que el ritmo del progreso tecnológico es cada vez más veloz; no se necesitará la misma cantidad de años para tener el mismo crecimiento tecnológico. Entonces, si llegáramos al año 2031 estaríamos igual de impactados que aquel de 1700.

Seguramente en nuestro fascinante viaje al año 2031 encontraríamos un mundo donde nuestras leyes ya no funcionen, un mundo completamente diferente. Me atrevo a decir que la inteligencia artificial, una máquina con habilidades de resolver problemas que generalmente son resueltos por humanos, es la que dará pie a este mundo tan irreconocible que encontraremos.

Seguramente recordarás la película Yo robot, donde en un principio, robots y humanos vivían en armonía. Esto ya no es simplemente ciencia ficción, pues gracias a esta inteligencia, los humanos podemos competir en juegos como ajedrez, backgammon y scrabble contra robots que, actualmente son los mejores jugadores del mundo. Si nos ponemos a pensar en toda la tecnología que ya existe: máquinas realizando cirugías en quirófanos, coches que se manejan solos, drones grabando y entregando productos, teléfonos, computadoras y tablets con la capacidad de hablar contigo y hacer lo que le pidas; es difícil imaginar que llegaremos a un futuro irreconocible. Solo nos queda esperar y ver qué más está por desarrollarse, qué falta por inventarse y cómo responderemos ante aquellos cambios.

Paola Osorio Escobar
paola.osorioer@udlap.mx

Last modified: 19 octubre, 2016