Noche de estreno

Written by | Ágora

En una de las noches más frías de octubre, una fila de personas de más de 15 metros de largo esperaba a las afueras del Auditorio Guillermo y Sofía Jenkins. Cada uno de ellos esperando entrar al cálido lugar, para no dejar un solo asiento vacío en el estreno de Drácula: El musical.

La orquesta, dirigida por Sergio Castro, comenzó a tocar una música que inmediatamente atrapó a los espectadores, quienes al anuncio de tercera llamada acrecentaron su expectación. Las vampiresas, ataviadas y caracterizadas de manera única caminaban entre la audiencia, obteniendo un par de risas nerviosas y exclamaciones sofocadas. Así, comenzó la obra de Drácula, abriendo con la visita de Jonathan Harker (Francisco Ramos) al castillo del Conde, donde se desarrolla una aventura londinense en busca de un viejo amor.

Las actuaciones y caracterizaciones destacadas de la noche fueron la de Renfield, interpretado por Daniel Gosset, y la del Conde, interpretada por el cantante Leonardo Sánchez. El primero, encarnó a un fiel seguidor del célebre vampiro, cuyo personaje se encontraba internado en un hospital, y el segundo tomó el escenario en cuanto salió a escena.

Actores y bailarines nos dejaron ver la fusión que lograron con sus personajes, así como la manera peculiar de sus movimientos —que ya había sido pronosticada por la directora de escena, Luz Elena Martinez—. Sin embargo, el trabajo de los intérpretes se vio opacado por varios problemas de sonido que se presentaron a lo largo de la obra, y que se lograron resolver de la mejor manera.

La obra cuenta con escenas que aligeran la trama oscura y con la que los espectadores lograrán reír al lado de Lucy y Mina, o incluso conmoverse. Sin duda, Drácula es el musical imperdible del año.

Ixchel Mariana Padilla Santiago y Mariana Bribiesca Romero
ixchel.padillaso@udlap.mx | mariana.bribiescaro@udlap.mx

Last modified: 7 noviembre, 2016