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La curiosidad con la que veo a nuestra clase política cae en lo absurdo. Desde que tengo memoria, de la mayoría de mexicanos que me he topado en el camino, escucho críticas hacia quienes nos gobiernan. No es para menos. Hoy por hoy, tenemos a un presidente que no se cansa de cometer y cometer errores, desde su incongruente discurso hasta sus paupérrimas acciones. Desde luego, no está de más recordar a todos estos gobernadores fugados, investigados o detenidos. Tampoco podemos olvidar a quienes legislan, porque ni los artículos conocen. Las inconsistencias con las que siempre nos han gobernado no son nada más y nada menos que el resultado de una sociedad que se confió de más, ante un puñado de políticos que abusó de más. No digo que todo político mexicano es así; excepciones habrá. Lo que sí digo es que, en un plano general, su show vuelve a ser el mismo una y otra vez.
Mientras más cerca tenemos el 2018, más se deja entrever la realidad de muchos de los que aspiran para ocupar el tan anhelado y peleado cargo de presidente. Urgidos, arañando candidaturas por doquier, redactando y difundiendo mensajes hacia un México que no conocen y se niegan a conocer, tomándose fotos y videos con mexicanos que dejarán de escuchar en cuanto obtengan sus votos y promocionándose una vez más como “el cambio” que “ahora sí” llegará. La necedad de querer gobernar, una vez más, los hace olvidar para quienes tendrían que gobernar. Una vez más, la necedad pesa más que la conciencia.
Margarita Zavala ha dejado el PAN. Bendito capricho de querer ser candidata. En la necedad de continuar con una precampaña que nunca despegó bien, decidió lanzarse directamente hacia la yugular de su propio partido. Ella, con o sin el PAN, como lo he comentado siempre, será una de las más grandes razones por las que AMLO podría llegar a la presidencia. ¿Solución? ser candidata independiente (como si ya no sobraran de esos) para diluir a la oposición y a toda la banda del frente encabezado por su partido. Triste final para ella y final feliz para su oponente político, si así se quedan las cosas.
AMLO, que ha mutado y aprendido de las derrotas, sabe que el panorama cada vez está más a su favor. Si la “mafia del poder” no vuelve a hacer de las suyas el día de la elección y no le dan la victoria (llenando de manera dudosa o quemando urnas al por mayor) al candidato o candidata afín al régimen, nuestro viejito morenista logrará su cometido en su tercer intento; sin dar una propuesta clara y contundente. Al parecer, su necedad dará por fin frutos ante precandidatos en su contra que no pueden sostenerse solitos y se la viven haciendo berrinches.
Los demás en la lista de sus partidos, siguen en lo mismo: videos haciéndose los redentores, agradables y esperando a que el monarca de Morena cometa algún error o a que vuelva a temblar en México para colgarse de ahí. No generalizo (otra vez), porque sé que todavía hay muchos que están arrancando (¿a unos meses de la contienda? pues sí) y tendremos que ver qué tal vienen.
Y por último, los independientes pareciera que son tan independientes, que ni entre ellos pueden hacer uno. Al parecer, la moda política de ser “independiente» le ha sonado a muchos. En fin, esperemos que no terminen convirtiendo la imagen del “candidato independiente” en un desastre.
Zavala, Mancera, Chong, AMLO, independientes, etc., no terminan de convencer. Hoy por hoy, el mexicano sabe que, si las cosas siguen así, otra vez tendremos que votar por “el/la menos peor”. Cada cosa que dicen o cada acción que toman (como salirse de su partido) ahora resulta que “lo hacen por México”, pero pues nosotros, como mexicanos, seguimos sin ver claro. La necedad de querer sentarse en la silla presidencial otra vez los ha cegado. En vez de pensar en llegar a un puesto, ya deberían de empezar a pensar de verdad en este país.
Ray Ricardez
raymundo.ricardezga@udlap.mx
@RayRicardez
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Last modified: 9 octubre, 2017
