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No serás olvidada, era un día normal hasta que viste tu vida derrumbarse.
No serás olvidado, sé que sólo estabas cumpliendo con tus responsabilidades de estudiante.
No serás olvidada, sé que sólo querías volver a casa después de una noche cansada.
No serán olvidados.
Normalizar la muerte es algo que admiro de nuestras tradiciones. Celebramos la vida de aquellos que amamos y elegimos recordarlo con felicidad en lugar de tristeza. Les llevamos flores, mariachis, tequila e incluso su comida favorita, aun cuando no tenemos la certeza de que haya algo más después de la muerte.
Por otro lado, también glorificamos la violencia y que vaya ligada con la muerte de miles en este país. Cuando una tragedia es reciente solemos unirnos e intentamos ser útiles ante la situación, pero el resto del año olvidamos que día a día quedan casos impunes, mueren estudiantes y los feminicidios no hacen más que aumentar.
Duele escribir sobre este tema, lo único que quería era dejar la columna incompleta y no entregarla, pero algo en mí no me dejó. Espero que eso les pase a todos ustedes. Espero que no pueden detenerse, que sigan luchando y alzando su voz. Espero que no importe el miedo o la tristeza y que sigamos luchando por un cambio. La única manera en la que va existir una transformación en este país es si nosotros, como ciudadanos, ponemos de nuestra parte. Que no nos gane la apatía de nuevo: aunque no queramos escucharlo, el cáncer de México es el desinterés de su gente.
En resumen:
- Han pasado cuatro años y nos siguen faltando 43.
- Para abril, se habían reportado 500 feminicidios.
- Van 11 periodistas asesinados en lo que lleva del año.
No soy pesimista. Las cosas pueden cambiar. Nosotros podemos hacer que cambien.
Diana Sofia Cortez Woo
Last modified: 26 septiembre, 2018
