Un acosador a la Corte

Written by | Opinión

El 27 de Septiembre, una mujer de cabello rubio con un sobrio traje color azul marino y unos grandes lentes de botella, se sentó en frente de un comité del Senado norteamericano. Christine Blasey Ford de 51 años de edad, se vio obligada a exponer su vida, su pasado y su reputación ante el mundo entero.

Una estudiante de 15 años fue agredida por uno de sus compañeros: Brett Kavanaugh. Él  y su amigo Judge encerraron a Ford en un dormitorio. Kavanaugh la inmovilizó en una cama, le tapó la boca mientras se quitaba la ropa y la tocaba, Ford logró escapar cuando Judge se lanzó sobre ellos, quién minuto antes se reía de la impotencia de Ford.

En un mundo normal, el presidente no habría nominado a un hombre acusado por tres mujeres de abusos, el juez Kavanaugh hubiera renunciado a la nominación a la Suprema Corte como un actor de respeto a la institución y el Senado norteamericano habría votado en contra por un principio de justicia, de rectitud y de honor. Vivimos en un mundo donde lo que era imposible, ahora es regla.

La degradación de la política estadounidense ha llegado un punto sin retorno. El líder de la cámara de senadores, el republicano Mitch McConnell afirmó que la incorporación de Kavanaugh a la Suprema Corte era “la contribución más importante que le hemos hecho al país y la que durará más tiempo”.

En la última línea el senador Mitch tiene razón; han colocado a un hombre que romperá el balance en la corte y la salida de Anthony Kennedy, juez moderado que definió muchas de las resoluciones de la Corte en las últimas décadas, quedará en manos de un conservador. Trump le dio un golpe brutal al sistema político norteamericano, se irá en dos o seis años; dependerá del pueblo norteamericano, pero tras de sí dejará una corte partidista e ideológicamente limitada. Una corte, cuya credibilidad se ha venido erosionando por su politización en las últimas décadas, recibió un tiro de gracia.

La Suprema Corte no sólo será republicana, sino que será una institución marcada por la presencia de un acosador como Kavanaugh. El poder judicial en la historia de Estados Unidos ha sido decisivo para los cambios políticos y sociales del país,  ante una Corte desprestigiada y golpeada el futuro de la democracia americana se vuelve más sombrío.

Ruth Bader Ginsburg (RGB), uno de los pilares del ala liberal dentro de la Corte, quien ha votado por la despenalización del aborto, a favor de los derechos de las minorías y en contra de la pena de muerte, ha afirmado que no se va a retirar y que morirá en su asiento. Ante este oscuro panorama, RBG, la persona más longeva de la corte a sus 85 años de edad, se erige como un pilar de resistencia y esperanza.

Christine Blasey Ford, una mujer ejemplar, profesora universitaria y académica respetable, compareció ante un comité del Senado para evitar que un acosador llegar a la Suprema Corte; sin embargo, ante ella no se sentaron personas comprometidas con los valores democráticos y republicanos de su país, sino individuos que persiguen una agenda ideológica conservadora y que no les importa el costo que deban pagar para conseguirla. La historia condenará su acción, o al menos, eso espero.

 

Alexis Murillo Corona

alexis.murilloca@udlap.mx

@Mc1998Alex

 

Last modified: 10 octubre, 2018