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Casi todos los años miro hacia atrás y pienso en lo rápido que pasó el año. Este año fue diferente. No fue largo, pero tampoco corto. Duró lo que tenía que durar. ¿Saben por qué fue esto? Porque este año estuvo lleno de noticias.
Vamos a dejar algo claro: 2018 no fue un año catastrófico. Simplemente tuvo una muy buena cantidad de sucesos que nos hacen buscar un cambio. No es que 2018 se quede corto en reformas. Todos sabemos cuántos eventos políticos, cuántos sucesos trascendentales y hasta cuántos chismes de celebridades nos ha traído este año. Y es gracias a estas reformas que nació en mí ese deseo de cambio y por eso lo hice de una manera nunca antes vista.
Sin duda, 2018 ha sido el año en el cual me he descubierto a un nivel más profundo. No me senté a pensar en mis valores como persona, sino que, por primera vez, mientras las cosas sucedían en el mundo la gente a mi alrededor me pedía mi opinión sobre ellas. Por más raro que suene, la curiosidad de otras personas me hizo encontrarme a mi misma.
Al tener que formular un dictamen sobre los sucesos que pasaron este año, se podría decir que fui obligada a tomar un punto de vista conciso. Tuve que pensar seriamente en lo que quiero ver en el mundo y los valores que considero importante en las personas. Al realizar una crítica hacia las noticias sin querer hice una crítica contra mi misma. Una vez que establecí los valores que quería ver en los demás tuve que modificar mi manera de ser para poder entrar en esa descripción.
Es gracias al 2018 que les puedo aconsejar que miren hacia al mundo, critiquen y busquen lo que quieren que pase. Después de ver hacia adentro podrán hacer ese cambio para ayudar a que su visión se cumpla. Sean lo que quieren que los demás sean. Empecemos por nosotros mismos y tendremos un 2019 completamente cambiado.
Anna Gabriella Cavagliano Martínez
Last modified: 28 noviembre, 2018