En mis pensamientos: Jamal Khashoggi

Written by | Opinión

Esta semana he decidido poner en pausa los temas sobre los que deseaba escribir. En los últimos días pasó algo devastador para la comunidad periodística que merece ser llevado a la luz. Algo que nos debe recordar que todavía vivimos en un mundo donde no somos del todo libres. Estoy hablando de la muerte del periodista  Jamal Khashoggi.

No estoy aquí para explicar los sucesos cuyas explicaciones parecen cambiar cada minuto. Tampoco estoy aquí para tomar algún bando político. Estoy aquí para llorar a Khashoggi como si fuera un colega y para recalcar lo que su muerte significa. Khashoggi era uno de los comentaristas políticos árabes con más influencia internacional, tenía su propio apartado en la columna de opinión del Washington Post y huyó de su país natal para hablar sin censura. Hizo lo que muchos de nosotros ni soñamos y pagó por ello. Después de buscar asilo en los Estados Unidos, Khashoggi nunca salió con vida del consulado saudita.

El segundo día de octubre perdimos a un periodista que expresaba sus opiniones sabiendo perfectamente las posibles consecuencias. Tuvo la valentía que yo nunca en mi vida tendré. No solo hablaba de lo que pasaba en su país, sino también de lo que este merecía. Khashoggi vio el potencial del internet y cómo dentro de él no existían las fronteras de la libertad de expresión.

Nunca somos completamente libres de expresarnos. Solo con el sacrificio de gente como Khashoggi nos acercamos a esa ansiada libertad. Por eso su muerte no debe ni puede ser ignorada. Solo nos queda recordar la vida y abnegación de semejante periodista.

La única forma en que pueden entender mi respeto por este hombre es conociendo a Khashoggi tal y como lo conocí, a través de su trabajo. No encuentro mejor cierre de esta columna que dejándolos con las últimas palabras que logro escribir.

Descansa en paz, Jamal Khashoggi.

 

Anna Gabriella Cavagliano Martínez

anna.cavaglianomz@udlap.mx

@AnnaGabriellaCM

 

Last modified: 31 octubre, 2018