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El cáncer afecta al conjunto del reino animal pluricelular. La razón es que se trata de una enfermedad ancestral relacionada con la aparición de los metazoos, es decir, animales compuestos de varias células, en oposición a los protozoos que están constituidos por una sola célula, hace más de quinientos millones de años.
Desde un punto de vista evolutivo, hay dos hipótesis que pueden explicar la aparición del cáncer y la similitud de sus propiedades.
La teoría del atavismo explica el cáncer como un retorno a capacidades anteriores de las células, entre las que se encuentra la liberación de un programa de supervivencia muy conservado, siempre presente en toda célula eucariota y, por tanto, en todo organismo pluricelular.
Se cree que la selección de este programa ancestral tuvo lugar durante el período precámbrico, que comenzó hace 4.550 millones de años y terminó hace 540 millones de años. Durante este período, que vio surgir la vida sobre nuestro planeta, las condiciones medioambientales eran muy distintas de las actuales y, a menudo, desfavorables.
Las fuerzas selectivas que actuaban sobre los organismos unicelulares favorecieron las adaptaciones para la proliferación celular. Algunas de esas adaptaciones, que fueron seleccionadas a lo largo de la vida unicelular, quedaron presentes para siempre, es decir, escondidas en nuestros genomas. Cuando su expresión escapa de los mecanismos de control, comienza una lucha entre los rasgos ancestrales unicelulares y los rasgos pluricelulares actuales y es entonces cuando puede aparecer un cáncer.
La segunda hipótesis implica un proceso de selección somático, se sabe que las células somáticas agrupan la totalidad de las células de un organismo a excepción de las células sexuales, por lo que conduce a una evolución convergente, es decir, a la aparición de rasgos análogos.
Esta hipótesis sugiere que la aparición de los rasgos celulares que caracterizan las células «cancerosas» se somete a una fuerte selección cada vez que aparece un nuevo tumor, con independencia de cuáles sean las causas de dichos rasgos. Eso podría explicar las similitudes que observamos a través de la diversidad del cáncer.
Cualquiera que sea la razón del origen del cáncer, hay una pregunta que sigue sin respuesta: s esta enfermedad suele causar la muerte del huésped en la mayoría de los casos, ¿por qué no ha sido más eficaz la selección natural en conseguir que los organismos pluricelulares sean completamente resistentes al cáncer?
Y es que, en efecto, actualmente, el cáncer se muestra con claridad como un modelo biológico pertinente para estudiar la evolución de los seres vivos, así como un fenómeno biológico de importancia para comprender diversas facetas de la ecología de las especies animales y sus consecuencias sobre el funcionamiento de los ecosistemas.
Alanis Michell Ruiz Flores
Editora de Ciencias
alanis.ruizfs@udlap.mx
Last modified: 22 abril, 2021