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De la mano del director mexicano Guillermo del Toro, llega esta interesante adaptación de la novela del mismo nombre publicada en 1946, que narra la historia de cómo un ilusionista poco a poco es consumido por la avaricia hasta el punto de destrozar todo lo que realmente es valioso en su vida.
Protagonizada por Bradley Cooper, Rooney Mara, Cate Blanchett y Toni Collette, este proyecto cinematográfico se aleja un poco del sello del director y regala una historia aterrizada, pero de ensueño.
Quizá el principio de la historia pueda resultar un poco confuso para el espectador, pero paulatinamente se desarrolla un interés por conocer hacia dónde va el protagonista y cómo los elementos conectan entre sí.
Stanton Carlisle es un estafador que encuentra la oportunidad de su vida al conocer a una vidente y a su esposo. De esta manera, busca aprender sus trucos y ganarse la vida de la misma forma. En el camino, conoce a una chica llamada Molly, de quien se enamora rápidamente y decide casarse con ella.
La ambición por el dinero y un pasado cuestionable provocan que el hombre lentamente involucione a una persona egocéntrica que sólo busca fama y poder. Dichos deseos lo llevan a encontrarse con Lilith Ritter, una adinerada psicóloga que resulta ser su mayor debilidad y su perdición.
Lo interesante de la historia es que juega con la perspectiva de la audiencia pues al principio resulta fácil empatizar con el protagonista e incluso desear que le pase todo lo bueno, pero con el paso de los minutos y el descubrimiento de su pasado, unido a las decisiones de su presente, dicha empatía desaparece. Además, la narrativa se inicia con un ritmo suave (que incluso puede caer en lo aburrido); sin embargo, en los últimos 30 minutos se compensa con un ritmo acelerado que le brinda el clímax perfecto para convertirla en oro puro.
Así, se logra uno de los principales aciertos del director, quien no teme en mostrar escenas viscerales y secuencias de acción emocionantes que mantienen al espectador con la concentración al máximo. De igual forma, se introduce sutilmente un estilo narrativo muy interesante, en el cual al principio se brinda un elemento determinante para conocer el final y el destino del personaje central, que a su vez resulta adecuado para el tipo de protagonista que se maneja y le brinda al espectador una sensación de completitud.
Otros elementos que destacan son el uso de escenografías bien construidas, un contexto histórico perfecto para la premisa, las actuaciones excepcionales por parte del reparto y la dirección magistral de Guillermo del Toro.
Además, este proyecto obtuvo cuatro nominaciones a los Premios Óscar. Si bien en la mayoría de los casos esto no asegura que sea un filme increíble, en esta ocasión, sí cumple con las expectativas.
Sin duda, se trata de una historia apta para todos aquellos amantes del cine noir y el suspenso psicológico que desemboca en un deleite narrativo y visual.
Pedro Jesús Nava Landin
Reportero
pedro.navaln@udlap.mx
Last modified: 24 marzo, 2022