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Mientras se acercaba el fin de mi estancia en la Universidad, comencé a idear un pequeño plan para lo que haría a continuación. Mi propósito era hacer mis prácticas en la Ciudad de México y conseguir un trabajo fijo al terminar, para ya quedarme allí. En mi mente, era el lugar ideal para comenzar mi carrera profesional e independizarme, se veía infalible. Pero a veces los planes cambian.
La primera parte del plan se cumplió y con ello mi perspectiva de muchas cosas se movió. Entre otras cosas, aprendí que no existe algo así como el lugar ideal, que lo que imaginaba no se acercaba mucho a la realidad. Claro que todas las ciudades tienen sus pros y contras, pero en mis ansias de salir me olvidé de los segundos hasta que los tuve enfrente. El cambio no solo de ubicación sino de estilo de vida implicó crecer y aprender a sobrevivir en solo unas semanas. Una cosa es salir de tu casa a la universidad y otra muy diferente estar prácticamente solo en un ambiente mucho menos protegido y amigable.
Por otra parte, siempre me vi trabajando (o de practicante) en un área en particular, pero la vida tenía otro plan. Irónicamente me encontré en el área que menos me gustó mientras estudiaba, en la que juraba que no quería trabajar. Y bueno, ya habrá otro momento para elegir lo que quiero hacer, por ahora me toca aprender en donde estoy. Así que aquí aplica el “nunca digas nunca”, esa materia que detestas puede ser tu primer empleo.
Aún no termina esta etapa y ya pienso muy diferente sobre lo que sigue. Para empezar, ya no llevo prisa, quiero disfrutar lo poquitito que me queda de universidad sin preocuparme de más por el futuro. También amplié mi visión respecto a mis opciones: no me urge trabajar para vivir, puedo pensar bien antes de dar el siguiente paso.
Muchas veces pensamos que con tenerlo todo planeado la vida va a salir como queremos y no es hasta que las cosas empiezan a suceder, y no son como pensábamos, que nos damos cuenta de que no podemos controlarlo todo. A veces el destino nos depara otras cosas y hay que sacar lo mejor de cada experiencia.
Andrea Chávez
aprender prácticas Realidad Trabajo
Last modified: 24 octubre, 2017
