Nunca digas “a mí no me va a pasar”

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En la actualidad, el entorno familiar, la presión social y el crecimiento desmesurado de los medios de comunicación son factores influyentes en la toma de decisiones de los jóvenes.  No  obstante, éstas no siempre están basadas en conocimientos y cuidados previos, lo cual, en la mayoría de los casos, puede generar repercusiones negativas para su desarrollo y bienestar.

En México, según el Centro Latinoamericano Salud y Mujer (CELSAM), alrededor del 35% de los adolescentes comienzan una vida sexual entre los 11 y 15 años. Sin embargo, esta cifra sigue aumentando, generando consecuencias deplorables en los adolescentes que no llevan a cabo las medidas preventivas necesarias.

Embarazos no planeados

A pesar de los múltiples avances que el país ha implementado en la difusión de educación sexual, aún existen rezagos en el uso y prevención de embarazos. Un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reveló que nuestro país se ubica en el primer lugar de embarazos no deseados.

Asimismo,  el estado de Puebla, ocupa el quinto lugar a nivel nacional en las entidades con mayor concentración de adolescentes en condiciones de maternidad, en donde uno de cada seis nacimientos en el estado provienen de jóvenes de entre 15 a 19 años según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Aunque la mayoría de las estadísticas indican que un alto porcentaje de los casos suceden por la falta de información en zonas rurales (donde existe una escasez en los servicios básicos), estas situaciones siguen suscitándose en zonas en las que es posible contar con la información necesaria. No obstante, los jóvenes no muestran interés en protegerse.

De acuerdo con el INEGI, 17 de cada 100 hombres y 37 de cada 100 mujeres adolescentes en el país que iniciaron su vida sexual no usaron ningún tipo de protección en su última relación.

“Es algo que en verdad me cambió todo”, afirma una estudiante universitaria, que tuvo que dejar de estudiar un año para poder hacerse cargo de su hijo de ahora 5 meses.  Ella, con nostalgia en su rostro, comenta que jamás pensó que eso le podría llegar a pasar.

De ese mismo modo, cuenta que ahora tuvo que dejar la escuela para cuidar de él y para atender otros gastos más importantes. Y es que, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), la llegada de un bebé puede llegar a costar hasta 130 mil pesos si sumamos los gastos del embarazo, gastos médicos del parto, pañales, ropa y alimento.

Enfermedades Venéreas

Por otro lado, frente a la cultura de la prevención, el cuidado contra enfermedades de transmisión sexual es sumamente importante. Sin embargo, de acuerdo con Ricardo Hernández Forcada, director del programa de VIH de la CNDH, sólo el 34% de los jóvenes en México tienen acceso a conocimientos específicos sobre el VIH o alguna ETS.

Asimismo, los adolescentes de entre 18 y 24 años de edad son considerados los más susceptibles a adquirir alguna ETS debido a su falta de cultura de protección y falta de seguimiento médico. En Puebla, en 2013, se registró un total de 2 mil diagnosticados con alguna enfermedad de transmisión sexual.

Finalmente, es una realidad que la cultura de protección y prevención en nuestro entorno es lamentable y es necesario que se implementen nuevas medidas para combatirla, ya que los nuevos medios y la dinámica social de nuestros días hacen cada vez más complicada la difusión positiva de la prevención.

 

MARIANA MENDOZA E.

mariana.mendozams@udlap.mx

Last modified: 22 septiembre, 2014