ARMADOS, DROGADOS Y CANTANDO…

¿Qué tan vulnerable es la mente, responsabilidad y conciencia social del mexicano promedio a las seducciones de ideologías o formas de pensar que en cierta manera afectan a su sociedad?

El narcotrá co y su transformación al crimen organizado han sido problemas que han devorado buena parte del “pastel social” mexicano. Ahora, imaginemos -sólo imaginemos- que existen personajes dedicados a vanagloriar a los señores delnarco con canciones, mensajes y videos, suena un tanto ilógico ¿no? Es decir, ¿por qué promoverías actitudes y estilos de vida que llegan a cobrar vidas y romper varios bastiones del dichoso “tejido social”?

La llamada narcocultura se ha propagado a tal grado de hacer que “volar cabezas”, “responder con plomo”, “cargar con cuernos de chivo” y demás cosas, sean bien vistas por la sociedad, la verdad no los entiendo. Raperos, cantantes de corridos y series de TV, han logrado impregnar un chip capaz de idiotizar a la gente para ver este modus vivendi como un estilo apto de vida. Tipos que en sus cabezas son sicarios, “ca***nes”, busca- dos hasta por la CIA e inmortales, capaces de violar cualquier tipo de autoridad o ley.

No, que canten esas cosas no los hace narcotra cantes, tampoco quiero interferir con su “libertad de expresión”, porque eso sí, por más que crea que esa manera de pensar es irracional -por no decir pe***ja- tengo que reconocer que todos tenemos derecho a expresarnos. Así como yo con esta columna, aunque eso sí, la crítica persiste.

Invariablemente, el narco seguirá y estos “artistas y pro- motores del narco”, también. Cántenlo o critíquenlo, diviértanse cantando como le vuelan los sesos a plomazos a los otros o tómenlo con seriedad, rían al ver cómo en este país vuelan cabezas por tan sólo 500 pesos u obsérvenlo como una problemática real.

No, yo no tengo armas, ni balas para matarlos, ni mil mujeres, ni esquivo a la muerte cada vez que se me presenta. Tengo mis neuronas, letras e ideas, porque si voy a disparar algo, van a ser palabras.