Written by Sin ganas de fastidiar a los lectores, habré de aventurarme a proponerles un cuestionamiento: ¿qué es la belleza? Dentro de nuestro imaginario, el fantasma de esta ambigua palabra se nos presenta como un «quien sabe qué» que toda criatura humana anhela ver, sentir, degustar, disfrutar; sin tener siquiera definido bien a bien de qué se trata esto que siempre buscamos.
Atrae particularmente mi atención nuestra costumbre de permitirnos caer en un ligero trance delirante, en el cual los sentidos pasmados, demuestran que alguna figura ubicada frente a nosotros nos ha embelesado. Y entonces nos sentimos enamorados. Pero he aquí un nuevo planteamiento: ¿es la belleza un síntoma, un sinónimo o un derivado del amor? ¿O sería incluso viable pensar que la belleza no es más que el amor mismo?
Cyrano es un hombre orgulloso, valeroso, admirado y respetado por todos. Posee cualidades únicas que son dignas de mención y que, entre otras cosas, serían del agrado de muchas mujeres. Sin embargo, es también acreedor de un pequeño gran defecto: se encuentra perdidamente enamorado de Roxana, pero no encuentra oportunidad alguna de demostrarle su amor, hasta que encuentra en Christián a un joven de belleza sublime. Confabularán juntos para ganar el corazón de Roxana: Christián, con su rostro jovial e hipnotizan te, y Cyrano, haciendo uso de cartas capaces de enternecer a las damas de corazones más rígidos. Sin embargo, habrán de revelarse como dos sujetos diferentes, y Roxana habrá de elegir cuál de las dos bellezas que la han conquistado ha de preferir sobre la otra. Edmond Rostand nos permite descubrir diversas facetas del amor, al tiempo que conjuga magistralmente el drama con el romance. De fácil lectura y de una trama que atrapa a los lectores más exigentes, Cyrano de 8ergeractambién podría responder las interrogantes que líneas arriba hubiera propuesto.
MARCO ARCEGA
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Last modified: 7 septiembre, 2014
