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Me resulta impresionante lo poco preparadas que estaban ciudades costeras como La Paz y Los Cabos frente a los destrozos que provocó el huracán Odile el domingo pasado. El lunes a mediodía aún no había forma de comunicarse con los afectados, incluso algunos no pudieron comunicarse hasta el miércoles.
Como poblana de nacimiento debo admitir que me resulta inconcebible que haya sobrevivientes después de una catástrofe de esta magnitud. A aproximadamente un año del huracán Manuel y con el conocimiento meteorológico para ir rastreando estos fenómenos nos encontramos con que 4 días después sigue sin haber telecomunicaciones o electricidad, no cuentan con fuerza policíaca, escaparon aproximadamente 80 reos en Los Cabos y están ocurriendo atracos a supermercados y residencias privadas y no por alimentos. ¿Cómo es posible que esta información no esté llegando a los noticieros y tenga que ser difundida por medio de los familiares que, por suerte, están en otras ciudades? ¿Cómo es posible que el Presidente de la Nación haya acudido el martes a la zona de desastre y no haya podido ordenar un apoyo policíaco o militar?
Es impresionante que en 2013 se hayan pronosticado 19 huracanes y hasta el día de hoy no cuenten con plantas eléctricas de emergencia, no digamos para toda la población de las ciudades costeras más afectadas por ciclones, al menos en sus cárceles. No es posible que después de que principios de septiembre con el huracán Norbert se llevó a cabo una sesión de Consejo Municipal de Protección Civil en la que se alertó a la sociedad de Baja California y se difundieron medidas preventivas no se haya podido concebir una apta respuesta al desastre.
A 17 de septiembre Telmex anunció que sus líneas han sido restablecidas al 100% pero se prevén fallas en el servicio por daños en postes y cableado. Y solamente un triste 23% del servicio eléctrico por la CFE ha sido restablecido. No es posible que teniendo un país azotado anualmente por múltiples ciclones no se tenga un método de reserva eléctrico para al menos mantener a los reos encerrados y los supermercados funcionando y evitar así un paisaje postapocalíptico sin rastros de la mano de la ley como el actual.
REBECA MORA C.
Last modified: 8 noviembre, 2014
