La otra cara de la moneda

Written by | Opinión

Para mí todo está tranquilo, lo que para muchos resulta una gran fuente de ansiedad y hasta tortura psicológica, para mí no ha resultado más que uno de los tiempos de más tranquilidad en mi vida.

Para lo que muchos ha sido uno de los momentos más difíciles y de más aburrimiento en sus vidas, para mí ha resultado en uno de los periodos de más creatividad y sobre todo de abundancia de tiempo para hacer un montón de cosas que debía de dosificar en distintas cantidades anterior a esta cuarentena. De repente me encontré con más tiempo del necesario para poder terminar una tesis, la cual hasta hace no mucho absorbía la mayor parte de mi tiempo y salud mental. Ahora, me veo con el privilegio de poder separar los tiempos en los cuales me dedico de lleno a ella para no quedarme sin momentos de trabajo académico y tener algo de variedad en mi rutina.

Mientras muchos se vuelven locos de aburrimiento o  se sienten ansiosos por encontrar algo que hacer, yo en realidad he comenzado a abrazar ese aburrimiento ¿Hace cuánto no nos damos el lujo de aburrirnos? De tal modo que de repente sí me veo un poco como el bicho raro, aquel que en estos tiempos de crisis no siente crisis alguna. Y más que sentirme culpable, en realidad eso me hace sentir bastante aliviado. Primero, porque esto no está significando una fuente de estrés ni ansiedad en mi vida y segundo, porque creo que es reflejo de la paz que he establecido conmigo mismo en el último año.

Si alguna reflexión me ha dejado el aislamiento es que en realidad soy más huraño de lo que creía y digo, tampoco está mal. Esto no quiere decir que no este teniendo contacto humano, sino que el hecho de no ver físicamente a las personas o incluso no entablar alguna conversación con muchas de las personas con las cuales llegaba a interactuar día con día, no genera en mí algún síntoma negativo.

Es raro en realidad, no tener una historia de cómo la ansiedad me devora o cómo evito estar picándome los ojos todo el día. Sin embargo, me siento muy agradecido de que esto no sea el caso para mí y de que aún en estos tiempos tan adversos, logre sacarle el mejor de provecho de la situación.

Entiendo que esta situación es más difícil para algunos que para otros y que mi caso solo es uno de miles. Espero que todos encontremos muchísima paz que estos días falta y que nunca nos falte el ánimo para seguir adelante. Mientras tanto quédense en su casa, preparen sus webcams y disfruten de nuevas y creativas formas de mantener el contacto y la cordura. Sigamos adelante que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante.

Héctor Aguilar Aceves

hector.aguilaras@udlap.mx

Editor de la sección de opinión.

Last modified: 29 abril, 2020