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Mi papá es piloto desde hace 34 años y yo he sido hija de uno por 22. Crecí amando el cielo mucho más que la tierra. Lo primero que aprendí en mi vida fue que volar era posible, que contra el cielo nadie se estrella. A la gente se le olvida que ese espacio lleno de aire sobre nosotros también nos pertenece, es nuestro e importa, y como todo en el gobierno de Peña, también debe ser defendido por la gente.
“Cielos abiertos” es el nuevo caprichito de nuestro presidente, que básicamente plantea: otorgar beneficios a aerolíneas estadounidenses para abrir rutas desde su país al nuestro y del nuestro hacia otros. En términos del Derecho Internacional Público esto es conocido como “la Quinta Libertad”. Para ponerlo en términos más claros, American Airlines podría de pronto abrir una ruta Washington – México, México- Brasil.
El gobierno objeta que esto ampliará la competitividad del mercado aeronáutico. Con eso me quedan claro dos cosas: el gobierno no sabe un carajo del mercado y tampoco de la aviación. Mi intención al contarles esto no es querer aflorar un sentimiento nacionalista sobre el cielo que cubre tierra mexicana, pero si informarles que en primer lugar, los boletos para su “eurotrip” en verano no van a bajar de precio y en segundo, que esta acción terminaría por darle en la madre al sector aeronáutico, a sus trabajadores y a sus familias. ¿Por qué?
En la iniciativa que plantea EPN se elimina la “regla de reciprocidad” es decir que empresas mexicanas como Volaris o Aeromexico no podrán ampliar sus rutas o hacer escala en Estados Unidos. Pero al permitirle a empresas estadounidenses hacerlo, se reduce el mercado para el sector mexicano que ya está bastante vulnerado. Que alguien le explique a EPN que eso no aumentará el turismo, que eso que hace se llama competencia desleal.
Hace 4 años el gobierno no hizo nada por Mexicana de Aviación, por sus 8 mil trabajadores, por castigar el fraude de Gastón Azcárraga. El gobierno hace 4 años no hizo su trabajo y la impunidad cortó nuestras alas. Les impresionaría saber cuántos amigos de mi papá hoy son taxistas, dependientes de una tienda, meseros y ninis cincuentones. Creo que es tiempo de hablar por aquellos que viven en las nubes, que dependen del cielo… el que hoy nos roban, que es de todos, que hemos olvidado defender.
MARÍA FERNANDA SORIA C.
Last modified: 18 noviembre, 2014
