El racismo no se queda en los premios Oscar

Written by | Oídos Sordos, Opinión

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Las últimas semanas, gracias a la falta de diversidad en los premios de la Academia, el racismo ha sido un tema de discusión constante. Sin embargo, es difícil diferenciar entre lo que otros hacen (léase, gringos) y lo que nosotros hacemos y para esto, es necesario poner las cosas en perspectiva.

Para empezar, es fácil argumentar que no existe racismo en México porque no vivimos en un país tan multicultural como nuestro vecino o como tantas otras naciones en el mundo. Sí, hay personas de ascendencia de diferentes lugares del mundo, pero no dejan de ser una minoría en un país predominantemente latino. Si no somos blancos, entonces no podemos ser racistas ¿verdad? …Falso.

El problema es que vivimos en un país cuya discriminación se da entre las personas de la misma raza. Parece ser que no nos hemos deshecho de los prejuicios coloniales, donde los indígenas de piel morena eran considerados apenas humanos y los españoles de tez blanca eran superiores, más cultos, mejor educados, “más buenos”.

Por experiencia —porque he tenido esta discusión varias veces— sé que hay gente pensando que me equivoco en estos momentos, que ellos no son así. Mentira. ¿Cuántas veces no juzgamos el supuesto nivel socio-económico de una persona según su color de piel? Mientras más morenos son, más rápido asumimos que son “de clase baja”; y por otro lado, tan pronto vemos a alguien con rasgos caucásicos, enseguida damos por hecho que goza de un nivel de vida superior a los demás.

“Yo no hago eso,” me van a decir, pero lamento decirles que todos —yo incluida— caemos víctimas de estos prejuicios, tan internalizados en nuestro día a día que no somos conscientes de ello. Verlo es tan sencillo como encender la televisión y fijarse de qué color es la piel de los actores principales de los programas de Televisa. ¿Representan de verdad a la mayoría en nuestro país? Lo mismo es el caso con los actores de las pocas películas mexicanas que llegan a los cines: blancos, rubios y de ojos azules, porque obviamente así somos todos los mexicanos, ¿no?

Es muy fácil criticar a nuestros vecinos del norte —o, en el peor de los casos, defenderlos— sin pararnos a mirar cómo nos comportamos nosotros. Los premios Oscar no es el único lugar donde falta diversidad y aceptación por las personas de todos los colores.

Por: Sofía Marlasca Couoh
sofia.marlascach@udlap.mx

Last modified: 28 septiembre, 2016