La participación activa de gran parte de la comunidad estudiantil, ha pasado de lo escaso a lo estático. Quisiera retomar nuestra falta de sufragio sufrida el año pasado en el marco de las elecciones del CEUDLAP. Hoy, la fiesta democrática y de participación, corre otra vez el riesgo de que se vuelva un evento trágico de apatía excesiva.
El problema no únicamente radica en un voto estudiantil y en una semana de elecciones (ojalá fuera tan sencillo), es una estructura constante en la que, el estudiante promedio, se acostumbra a la apatía absoluta. Para darles un ejemplo desolador, en mi escuela, Ciencias Sociales, la mayoría de las carreras ni siquiera tienen planilla contendiente para ser mesa directiva este año. Sí, en Ciencias Sociales, o sea, sociedad, que es igual a gente, que repercute en interacción, que da como resultado participación. No es así, pues ni modo, mejor “vamos por una chela a la clama”…
Pero no nos cerremos y seamos cuadrados. La participación no se limita a votar por CEUDLAP o formar parte de CEUDLAP. Insisto, esto es una estructura constante y un mal al que se le intenta hacer frente prácticamente todo el año escolar. ¿Cómo? Es importante que nos detengamos un segundo para observar la amplia gama de posibilidades que el estudiante tiene para moverse como “pez en el agua” en esta institución, conociendo conceptos y actividades como: Organizaciones Estudiantiles, TVUDLAP, Talleres universitarios, torneos intramuros, las diversas presentaciones de cine, danza, arte en general, congresos más allá de los que nos obligan a ir, etc. ¿Sabían que tenemos un periódico estudiantil (lo están leyendo), estación de radio, estudiantes con proyectos dentro y fuera de la universidad y representantes estudiantiles que trabajan un año en eventos, actividades y reuniones? Sí, los últimos son CEUDLAP.
Algunos comentan que una gran causa, es la falta de difusión. Completamente de acuerdo. Es una responsabilidad compartida: por un lado, tenemos al estudiante que no levanta un dedo para buscar cómo participar, y por el otro, tenemos a todos los entes que buscan esta participación, sin verdaderamente buscarla y “haciéndose bolas”.
En este sentido, felicito a todos aquellos que se tomaron unos minutos para hacer valer su sufragio, ya sea a favor o en contra, felicidades. Felicito igual a todos los contendientes que sacrificaron esfuerzo para representar a su estudiantado. Y, por último, a todos aquellos que se involucran de forma activa con su comunidad universitaria y, por ende, con su sociedad.
A pesar de la crítica, lo primero que te diría, es que vivas tu vida universitaria como gustes. Considero a esta como un “todo”, un lapso hermoso de nuestra vida para enamorarse de cada momento y sacarle el máximo provecho a todo lo que nos rodea. A como lo veo, no únicamente la fiesta y las clases, construyen esta etapa, les juro que hay más allá. Yo recomiendo aprovecharla y participar tanto por el bien individual, como por el bien común. Tomemos en cuenta que, la apatía sistemática en la sociedad es bastante peligrosa, hay que tener mucho cuidado con volverla costumbre. Sin embargo, el querer forzar un estilo de vida es peor. Valdría la pena dar más de nosotros, hoy en la universidad, mañana en nuestro mundo.
Se trata de vivir, pero también crecer (no, no únicamente en años). Somos una pequeña sociedad en nuestra burbuja perfecta (la uni), un espejo mortal que muestra, de alguna u otra manera, lo que es nuestro país y hacia dónde va.
Ray Ricardez
raymundo.ricardezga@udlap.mx
@RayRicardez
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Last modified: 26 abril, 2017