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Las últimas semanas han estado marcadas por nuestra realidad electoral. Estamos en un año crucial para el país: los tres niveles de gobierno se renuevan, y en este contexto observamos una figura que algunos ven con entusiasmo y otros con desconfianza: las candidaturas independientes.
José Woldenberg ha expresado en su último libro, Cartas a una joven desencantada con la democracia, publicado por Sexto Piso, su preocupación sobre el hartazgo que se vive en el país; teme que el malestar que se vive en nuestra democracia se degenere en un malestar con la democracia.
Para Woldenberg, el hartazgo, tiene cuatro grandes razones (grupos): la pobreza y la desigualdad; la corrupción y la impunidad; la violencia y el poco crecimiento de la economía. El descontento con los partidos políticos y con el gobierno en general es visible y palpable.
En este contexto complicado que vive nuestra democracia en formación, la figura de los candidatos independientes es un respiro al sistema electoral y, hasta cierto punto, una válvula de escape para el hartazgo que se vive en el país.
Como le escribió el responsable directo e indirecto de estas candidaturas, Jorge G. Castañeda, para la revista Nexos en 2016, desde 1994 hasta hoy, los mexicanos elegimos a nuestros presidentes, sin embargo no puedes elegir quién sale en la boleta.
Solo con candidaturas independientes, la ciudadanía independiente, sin ninguna afiliación partidista, puede elegir y colocar en la boleta al candidato que ella quiera.
Las barreras legales y de financiación a la que los candidatos independientes se enfrentan hoy en día son reales y son un problema serio. Sin embargo, la existencia de este tipo de elección en nuestro país no es cosa menor. Es una vía que tenemos los ciudadanos huérfanos para buscar representación. Tenemos historias de éxito, como Pedro Kumamoto en Jalisco, quien hoy compite para llegar al senado. No obstante, es una figura que puede ser usada por los partidos en nuestra contra, cuando algún partido lanza un candidato para dividir el voto.
La lucha de los ciudadanos (individuos con responsabilidad y conciencia de lo público) se puede hacer solo a través de la organización y las candidaturas independientes son la vía que nuestra joven democracia necesita para caminar hacia su consolidación.
Alexis Murillo Corona
@Mc1998Alex
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Last modified: 12 febrero, 2018
