¿Qué significa ser feminista?

Written by | Opinión

En mi última columna de este semestre quise escribir, entre tantas cosas, sobre qué significa ser mujer en este mundo.  Qué significa que no sea suficiente decir “no” y tener que dar a conocer a detalle tu vida privada, por el simple hecho de eso, de ser mujer, y que nunca van a existir suficientes pruebas para defenderte ante cualquier situación de vulnerabilidad.

Como la mayoría habrá leído, esta semana se dio a conocer la sentencia del caso de «La manada»: cinco hombres violaron a una chica y la [abundante] evidencia no fue suficiente para que unos jueces lo consideraran una violación. A pesar de no haber consentimiento, de que lo grabaron, lo planearon y lo reconocieron en redes sociales. Lo que me hizo recordar que, desgraciadamente, este no ha sido el único caso en el que nosotras, como mujeres tenemos que ir hasta los últimos y diminutos detalles para hacer que nos crean, por mencionar el caso de Daphne aquí en México. El foco siempre es la mujer y revictimizarla.

Para mí, escribir sobre este tipo de temas es poner mi granito de arena en los demás, que se logre comprender que el feminismo no va de la lucha por salir a la calle desnudas, sino reivindicar nuestros derechos y la devaluación histórica que hemos tenido en la sociedad. Claro que existen diferentes tipos de feminismos, pero es necesario recalcar que la existencia de mujeres empresarias y adineradas no significa que ya se logró el cometido del feminismo, es un avance, claro, pero que va más allá de solo ver a aquellas quienes afortunadamente se encuentran en esa posición de privilegio económico.

Fui ilusa al creerme una persona lista, que vivía sin conciencia de los privilegios que gozo y justificar mis argumentos por el hecho de considerarme una buena estudiante. Cada que leo más acerca de lo que significa ser mujer y feminista, me vuelvo más sensible ante los problemas que hay a mi alrededor, porque el día de mañana no quiero que mi mamá, mi prima o mis amigas sean las siguientes, porque las mujeres no somos sujetos de subordinación e indefensas.

Conocer más acerca del movimiento me ha hecho consciente de la revictimización por la que pasan muchas compañeras a las que les han cuestionado sus actos, mientras que a quienes cometen el crimen se les ha justificado. Es necesario cambiar la perspectiva desde abajo, porque mientras más se siga cuestionando el porqué estaba vestida así o como se le ocurre regresar tarde, más nos hace cómplices de un sistema de justicia que lejos de impartirla de manera equitativa y para todos, está al alcance de quién más sustento económico posee.

No espero un mundo utópico, pero si uno en el que no se me cuestione mis acciones, y donde las decisiones acerca de mi cuerpo no sean tomadas por un grupo de hombres en su posición privilegiada. Hay que deconstruirnos, empoderarnos y reconciliarnos con nosotras mismas, que todas las mujeres somos distintas y eso, es lo que nos hace especiales, nos ayuda a tomar conciencia de nuestra lucha y nuestra relación con nuestro entorno.

Ana Sofía Arango Marcos

ana.arangoms@udlap.mx

Last modified: 2 mayo, 2018